El amor es: la alegría de los buenos, la reflexión de los sabios, el asombro de los incrédulos
Platón
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Aquel día viernes amenazaba con ser muy atareado para todos. Por un lado Najib tuvo que asistir a la mezquita muy temprano para ultimar los detalles de la ceremonia en la que su hermano contraería matrimonio al atardecer. También se vio obligado a contactar a las personas que testificarían la unión ante la comunidad musulmana y luego se dirigió al trabajo de Andro para almorzar con él.
Por otra parte Andro tuvo una mañana realmente ardua ya que el caso que defendía se veía cada vez más complicado, a pesar de que él era solamente un practicante, don Enrique Ruiz-Tagle era el abogado titular y lo avalaba dándole apoyo en el tribunal.
El fiscal, un hombre de aproximadamente treinta y cinco años, fue un digno oponente, pero al cual el joven croata logró derrotar al conseguir que su defendido fuera condenado a quince años de presidio efectivo y no la cadena perpetua que el fiscal exigía.
- Bien hecho muchacho, al paso que vas, serás un gran abogado penalista...
- Don Enrique sabe reconocer cuando tiene un buen elemento frente a sus narices - Jaime Betancourt, el fiscal titular del ministerio público de la zona oriente de la ciudad, se acercó a ellos con la intención de felicitar al joven practicante.
- Muchacho, veo que el haber sido duro contigo rindió sus frutos... ¿hace cuanto te nombraron fiscal?
- Hace un mes, antes estuve en la defensoría...
- ¿Tienes tiempo para un café?, vamos a mi oficina y ahí podremos hablar tranquilamente ¿vienes Andro? Localizaremos un taxi...
- Yo los llevo - dijo el croata a lo que los otros abogados aceptaron.
Apenas los vio, el chofer solícitamente abrió la puerta trasera para que ellos entraran.
- ¿A que lugar me dirijo joven Andro? - el chofer preguntó respetuosamente
- Llévanos a la oficina por favor Boris.
- Sí, señor.
Durante el trayecto discutieron sobre leyes que debían ser cambiadas hasta que el fiscal sin poder contener su curiosidad...
- Es raro ver a un joven practicante con chofer propio, la última vez que vi a uno resultó ser hijo de un narcotraficante...
- Bueno, pues puedo asegurar que la familia de Andro no se lucra ilegalmente - dijo el señor Ruiz-Tagle al ver que su joven discípulo apretaba los puños para ocultar el enojo que sentía.
- Ah, bueno, entiendo... ¿pero sus padres no se aburrirán de mantenerle un chofer? Yo creo que ya es bastante grandecito...
- En primer lugar señor Betancourt - interrumpió Andro - no hable como si yo no estuviera presente, en segundo lugar, mis padres no pagan mi chofer ni tampoco me mantienen...
- Pienso que podríamos cambiar de tema ¿no creen? - propuso don Enrique.
Todos guardaron silencio y Andro dedicó la mayor parte del camino a mirar las gotas de lluvia que se arrastraban por el vidrio de la ventana.
El chofer detuvo el auto frente a las puertas acristaladas del bufete y luego, como acostumbraba, abrió la puerta a los pasajeros para que estos descendieran del vehículo.
El calor de la calefacción central los recibió generosamente apenas ingresaron a la recepción y la secretaria de inmediato procedió a darles sus recados.
- El señor Najib lo espera en su oficina... - informó la secretaria a Andro
- ¿Dices que Najib está aquí? - don Enrique se alegró al saberlo - Coté llama a la cafetería de enfrente y pide dos Express grande, un capuchino - sabía que era la preferencia de su discípulo - y un café árabe y los llevas a la oficina de Andro Ah, y que sea para hoy... vamos Jaime, te presentaré a alguien muy estimado por mi familia.
Ambos abogados siguieron los pasos de Andro, que caminaba rápidamente, ansioso por ver a su amor.
Al abrir la puerta de su oficina, inmediatamente fue recibido por un afectuoso saludo que fue un poco suave a como estaba acostumbrado ya que Ricardo también se encontraba presente en la oficina y Najib no gustaba de que otros apreciaran lo bien que se veían los labios de Andro después de recién haber sido besados.
Un toque suave en la puerta le indicó que estaban siendo observados, levantó la vista y descubrió a don Enrique siendo escoltado por un hombre que miraba a su Andro con cierto grado de suspicacia, eso llevó a poner sus sentidos en alerta ya que sintió que Andro se removió algo incómodo por el escrutinio al que estaba siendo expuesto.
- Assalamu Alaikum don Enrique, espero que esté teniendo un buen día.
- Maravilloso, muchacho, maravilloso...pero ven aquí y deja que te dé un abrazo fuerte para felicitarte por el matrimonio de tu hermano, Andro me contó que hoy es el gran día.
- Sí, es hoy - Najib recibió el abrazo y luego dirigió su mirada al hombre que acompañaba al padre de uno de sus grandes amigos
- El es Jaime Betancourt, el fiscal titular de la fiscalía oriente...
El servidor público ofreció su mano la que fue recibida
- Najib Al Hashem...
- El también es abogado - explicó el dueño del bufete al fiscal - y en unos meses se incorporará a nuestro staff como socio.
- Entonces pronto nos veremos en un tribunal, supongo - dijo Jaime
- Inshallah - respondió Najib - pero necesitaré sus servicios como fiscal más pronto de lo que imagina - agregó
- ¿Por qué?
- Mi esposo está siendo amenazado telefónicamente y creo que es usted el encargado de dar protección policial a los ciudadanos si el caso lo requiere...
- ¿Esposo?, perdone, no sé si escuche bien pero, ¿dijo esposo?
- Así es, Andro es mi esposo ¿algún problema con eso?
- N, no, no tengo problemas con eso... pero creo que debe saber que los matrimonios realizados en el extranjero en este país no son reconocidos... - el fiscal inmediatamente supuso que ellos se habían casado en otro país - especialmente si los contrayentes son del mismo sexo ya que aquí no existe ninguna ley de unión de género.
- Eso lo sé señor fiscal, pero eso no le quita el derecho a Andro de pedir protección policial.
- Estaría en todo su derecho señor Al Hashem, pero también tiene que tener en cuenta de que hoy en día muchos jóvenes inventan cualquier cosa para que los que los aman mantengan su atención en ellos - se justificó el servidor público.
- ¿Está insinuando que todo puede ser invención de mi esposo?
- No, yo me refiero a...
- Mi esposo no necesita de nada para que yo mantenga mi atención en él...
- Pero es que algunos jóvenes, cuando ven que están siendo mimados económicamente, buscan mantener...
- ¡Se equivoca Betancourt! Este joven que usted ve aquí, tiene a su mando una de las empresas más lucrativas del sur del país y cuyas utilidades son millonarias, así que deje de insinuar ¿o tiene algún problema personal con él?
- No, no tengo problemas con él, solamente estaba indagando para descartar que fuera...
- Yo escuché personalmente la última llamada señor fiscal y le aseguro que sentí miedo por la vida de Andro, tanto que le obligué a utilizar el chofer para protegerlo.
- ¿Quién piensa usted que puede ser? - preguntó Ruiz-Tagle padre, que durante el breve enfrentamiento verbal optó por callar.
- La verdad es que no tenemos idea de quien puede ser don Enrique... esta mañana mi hermano Farid me dio la idea de contratar guarda espaldas , pero mi naturaleza no me lo permite, así que por eso recurro a usted.
- Consultaré con el juez de garantía y le comunicaré los pasos a seguir ¿esta bien?...Lo lamento don Enrique, pero me esperan a almorzar.
- ¿Cuándo conoceré al nuevo miembro de tu familia?
- Apenas Estela se recupere del parto le avisaré... ahora debo ir a la clínica - El servidor público se despidió de todos los presentes y se retiró rumiando su resentimiento contra aquellos que se creían privilegiados solo por tener un poco más que los demás "contratar guardaespaldas" hasta ese gusto podía darse ese tipo que se notaba, era mas joven que él y hablaba con una seguridad que haría temblar a cualquiera en un tribunal oral. "con dinero se puede hacer cualquier cosa" y él lo sabía bien ya que sus estudios dependieron del crédito universitario que pudo obtener y que a duras penas había terminado de pagar hacía un año atrás.
Don Enrique pidió a Najib que hablasen en privado y éste lo siguió hasta la oficina principal del bufete. Andro por otra parte aprovechó ese momento de soledad para expresarle sus sospechas con respecto a Nadia el cual no dudó en llamar a Pablo para comunicarle lo que estaba pasando. El joven Zalaquet prometió hacer una visita a la casa de sus padres para hablar con su hermana.
- Pablo se hará cargo de todo, no te preocupes - Ricardo se sentó en su escritorio y abrió el cajón superior de donde sacó una cajita forrada de terciopelo - ¿Qué te parecen? - Dentro de la caja habían dos gruesas alianzas de oro con letras labradas - el anillo con el nombre de Pablo es el mío, y el que tiene mi nombre es el de él...
- ¿Los nombre no van en el interior?
- Regularmente sí, pero yo quise que fuera de esta forma, así quien vea mi anillo sabrá el nombre del dueño de mi corazón.
- No te conocía ese lado romántico - lo molestó Andro
- No molestes y pásame la carpeta del caso Riquelme
- ¿De qué se trata?
- Clonaron su chequera electrónica y retiraron más del cincuenta por ciento de su capital.
- Pero
- Todo ejecutivo de cuentas tiene que estar pendiente de los giros y saldos de ellas y avisarles a sus clientes cuando la cantidad de giros al sobrepasado el límite de lo establecido. En este caso, en un cajero automático puedes girar máximo doscientos mil pesos al día, y los delincuentes estuvieron girando diariamente hasta robarle dos millones y medio de pesos a mi cliente, esto sin ser percibido por el ejecutivo de cuentas, quien al ver que un cliente llega al máximo de giros mensuales le avisa que los demás serán cobrados.
- Entonces estas demandando al ejecutivo de cuentas.
- No compañero, el demandado en este caso es la institución bancaria...
Ricardo y Andro estuvieron por casi media hora analizando el caso, hasta que Najib volvió de su reunión con don Enrique.
- Vamos a almorzar - aquella simple frase dicha por el árabe con un leve toque de autoridad, hizo que Andro prácticamente se levantara como un resorte de la silla, lo que produjo que Ricardo comenzara a reír desaforadamente haciendo que sus amigos lo miraran de forma rara por no entender la causa de su risa y después salieron de la oficina dejándolo solo.
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Pablo dejó la oficina alrededor de las dos de la tarde y se dirigió al sector oriente de la ciudad donde quedaba ubicada la residencia de sus padres. Iba dispuesto a enfrentar a su hermana ya que no tenía ni la más leve duda, de que ella era la responsable de las amenazas que estaba recibiendo Andro. No entendía aquella obsesión que tenía Nadia por el árabe...a su parecer, su tonta hermana, mientras más era rechazada, más insistía en esa inútil empresa de conquista que se había auto impuesto y lo hacía sin detenerse a pensar en los daños colaterales que sus acciones provocaban. Alguien tenía que ponerle un alto a Nadia...y ese alguien tenía que ser su padre. Apretó fuertemente el volante al pensar que tenía que hablar con su progenitor ya que desde que su homosexualidad fue conocida por su familia, su padre trataba de evitar encontrarse con él y cuando por las casualidades de la vida se encontraban, su trato era frío y distante.
Cuando estaba a doscientos metros de la entrada de la residencia, redujo la velocidad y se acercó a la caseta del guardia, quien al verlo, abrió la reja eléctrica para dejarlo pasar.
Estacionó su auto detrás del lujoso mercedes de su padre y se acercó a la puerta para tocar el timbre. El mayordomo le abrió sonriéndole amablemente y lo guió al comedor, donde su familia se encontraba almorzando.
- Buenas tardes, lamento ser tan inoportuno - La voz de Pablo hizo que su padre dejara de comer...lo miró deforma dolorosa demostrando así lo mucho que aún le dolía la sexualidad de su único hijo.
- Siéntate y almuerza con nosotros - le ordenó e inmediatamente un plato con sopa de almejas fue puesto delante de Pablo, que comenzó a comer en silencio como acostumbraban en aquella casa. Nadia lo miraba de vez en cuando tratando de dilucidar el motivo de la presencia de su hermano.
El salmón a la mantequilla fue servido acompañado de arroz y papas duquesas. Pablo sonrió, ya que sabía lo que vendría a continuación...Su hermana exigió que le trajeran un plato en el cual fue dejando las papas y el arroz, ante la furiosa mirada de sus padres...Nadia dándose cuenta que era observada se justificó...
- El arroz y las papas engordan, le he dicho millones de veces a la inútil de la cocina que no me sirva hidratos de carbono.
- Come y calla - fue la respuesta que obtuvo de Ariel Zalaquet.
Cuando todos terminaron, los platos les fueron retirados por el solícito mayordomo y los postres pasaron a ocupar su lugar, el mousse de lúcuma fue bien recibido por Pablo ya que desde que vivía lejos de la familia que no había tenido oportunidad de comerlo.
Después del postre, el mayordomo anunció que el café sería servido en la sala y todos se dirigieron hacia el lugar en silencio. Ariel tomó de su ya tradicional café irlandés y luego miró a su hijo.
- ¿Cual es el motivo de tu repentina visita?
- Mi motivo tiene que ver con Nadia y sus caprichos papá...
- ¿Qué tengo que ver yo con que hayas decidido venir? - preguntó la joven con su acostumbrado timbre agudo de voz.
- Tiene que ver con las amenazas de muerte que ha estado recibiendo el que ahora es pareja de tu ex, hermanita - la forma sarcástica que utilizó Pablo para dirigirse a su hermana molestó en demasía a la joven.
- ¿Y que tengo que ver yo?
- Tu sabes que estás involucrada en ese asunto Nadia, yo solo vine a advertirte que Najib hoy habló con el fiscal para pedir la intervención de la policía en este asunto y si te descubren...vas a ir a la cárcel, porque él va a llegar hasta las últimas consecuencias.
- ¿Cómo osas en acusar a tu hermana?
- Yo estoy hablando de algo cierto papá - Pablo miró a su hermana - ni siquiera eres lo suficientemente inteligente para conspirar... Najib escuchó personalmente la última amenaza - informó Zalaquet - y decía claramente "te metiste con el hombre equivocado"...ahora dime hermana ¿Quién es el hombre en quien Andro no debió haber puesto sus ojos según tú?
En ese momento Ariel se acercó a su hija y sorpresivamente la abofeteó...
- Si por tu culpa nuestra familia se ve enlodada en un escándalo así, olvídate de que eres mi hija - aseveró el hombre - ahora entrégame las tarjetas de crédito y la chequera.
- Pero papá, ¿prefieres creerle a él y no a mí? - se quejó la joven mientras sacaba de su bolso los artículos que le había pedido su padre. El hombre comenzó a revisar el talonario de cheques y luego miró a su hija exaltado.
- ¡Extendiste un cheque a fecha y por doscientos mil pesos! ¡Otro por cien mil y que ya fue cobrado!
- ¿A nombre de quién extendió los cheques? Preguntó la madre de Pablo con preocupación.
- Axel Nürenberg , ¿lo conoces? - preguntó Ariel a su hijo
- No papá, no tengo idea de quien puede ser...pero supongo que Nadia dirá que es su estilista... - el sarcasmo predominó en las últimas palabras del joven Zalaquet.
Hubo un momento de silencio en el cual el padre de Pablo observó a su hija esperando a que ella se decidiera a confesar.
- Estoy esperando Nadia...dime porqué extendiste los cheques a nombre de ese hombre.
La joven se sintió arrinconada y sorpresivamente confesó entre gritos desesperados.
- Está bien, lo confieso, yo fui ¿y qué?...yo le pagué a Axel para que hiciera esas llamadas...pero te juro papá que fue solamente eso, solo quería que ese estúpido se alejara de Najib...pero te juro papá que no iban a matarlo, solo iban a darle un par de golpes y nada más...
- ¡Dios Mío!, mi hija actuando como una vulgar delincuente - la exclamación que salió de boca de la madre de Pablo alertó al mayordomo, quien, entrando se acercó rápidamente a la mujer para aproximarle un frasco de sales a la nariz para evitar que se desmayara.
- ¿Dónde conociste a este tipo y porqué se te ocurrió que él podría golpear a Andro? - preguntó el joven Zalaquet a su hermana sacudiéndola de los brazos furiosamente.
- Yo, lo conocí en un pub del barrio Suecia - confesó la chica - y...
- ¿y qué?- él y sus amigos le pegaron a un travestido y por eso se me ocurrió que podrían hacer lo mismo con ese estúpido de Andro.
- ¿Quién te crees tu para decidir sobre la vida de los demás? - preguntó el papá de Pablo.
- ¡Papá!
- Desde hoy en adelante solamente saldrás a la universidad, pero como ahora estás en vacaciones no podrás salir. ¡ah! Y te advierto que si me desobedeces te irás de esta casa y no recibirás ningún peso de mi parte. Ahora llamaré a mi ejecutivo de cuenta para que dé orden de no pago a este cheque...y por supuesto no te devolveré las tarjetas.
- Pero ¡papá!
- No me dirijas la palabra, estarás confinada a tu habitación y tomarás tus alimentos en ese lugar hasta nuevo aviso ¿entendiste Nadia?
- ¿Porqué siempre me castigas a mí? Pablo avergüenza mucho mas que yo a nuestra familia y nunca le has dicho nada...Se pasea por todo Santiago de la mano de ese tal Gidi y ustedes se lo celebran...
Pablo no aguantó más...
- Sí, me paseo de la mano de un hombre...pero a diferencia de ti hermanita...me paseo de la mano del hombre con el cual vivo, que es soltero y no tiene que rendirle cuantas a nadie más que a mí...y nuestros padres saben que jamás me meto en la cama de hombres casados y por eso viven tranquilos sin temor a que una esposa celosa venga a esta casa a reclamar por mis actos...
- Pablo - Schlomit Schwartz se acercó a su hijo - será mejor que te vayas, tu padre y yo estaremos pendiente de que tu hermana no se meta en más problemas.
- El asunto no es cuidarla de que no se meta en problemas mamá...la realidad es que ya está metida en uno al haber hecho negocios con ese tipo que además de todo, es homofóbico y se dedica a golpear a homosexuales. ¿Qué pasaría si involuntariamente mi tonta hermana me expone a la mira de ese tipo? ¿También tendré que recurrir a la policía para que no me golpeen por ser gay?
Aquellas palabras desesperaron a la mujer, que acercándose a su hija, la abofeteó con todas sus fuerzas...
- ¡Niña insensata! Si por tu maldito egoísmo tu hermano resulta perjudicado, jamás y escúchame claro, jamás volverás a poner un pie en esta casa porque para nosotros estarás muerta ¿me escuchaste?
- ¡tranquilízate mujer! - Ariel rodeó el cuerpo de su esposa con sus brazos y la apartó de su hija para que se calmara - ve a tu habitación y de ahí no sales hasta nuevo aviso - agregó el hombre mirando a su hija
- Lo haré papá, pero antes le diré a Pablo lo que se merece - respondió la joven si el más leve tono de respeto en sus palabras - Si te golpean , lo vas a tener bien merecido, porque eres un degenerado que no merece ni la más leve consideración...
- ¡ya basta! - el mayor de los Zalaquet tomó bruscamente del brazo a su hija y prácticamente la arrastró hasta su habitación entre insultos y blasfemias que salían de boca de la joven que se resistía a ser tratada de esa forma.
- Me retiro - informó Pablo una vez que su padre volvió a la sala - Ricardo llegará temprano hoy a casa y ni siquiera lavé las tazas del desayuno y estoy seguro que pondrá el grito en cielo si ve todo desordenado.
- No se ve tan quisquilloso a simple vista - dijo su madre con un leve tono de indiferencia.
Ariel miró a su hijo...a pesar de no mantener un contacto más cercano con él, vivía pendiente de su vida y sabía quien era el hombre con el cual su hijo vivía...
- ¿Te maltrata? - preguntó el hombre con voz ahogada.
- ¡No papá!, Ricardo me trata como si fuera una muñeca de porcelana, es sólo que le gusta que todo esté en orden...
- Hijo, sabes que si necesitas algo puedes contar conmigo ¿cierto? - dijo la madre de Pablo abrazándolo.
- Lo sé mamá y no te preocupes, Ricardo y yo estamos bien...y yo soy muy feliz.
Ariel Zalaquet los dejó solos en la sala y se dirigió a su despacho para comunicarse con su ejecutivo de cuentas. Se sentó frente al escritorio y su mente voló a aquella noche en que descubrió a su hijo en aquel intento de suicidio...sintió que el mundo se le venía encima cuando Pablo le rogaba que lo dejara morir...Recordó la cara de Blümell padre cuando le exigió una explicación por el actuar de su hijo al haber seducido a Pablo y el hombre le respondió que su hijo no era maricón. En la clínica había pedido un examen físico exhaustivo y casi se fue de espaldas cuando el médico le dijo que su hijo tenía indicios de haber mantenido sexo de forma brutal ya que su esfínter presentaba desgarros no solo actuales sino que también tenía otros que estaban en proceso de cicatrización. Cuando Pablo egresó de la clínica él, como padre preocupado, le exigió una explicación y su hijo le respondió de mala manera que era homosexual y que le gustaba que un hombre se la metiera y si ese hombre era Eduardo Blümell era mucho mejor. Se decepcionó e inmediatamente compró un departamento para Pablo e hizo que empacara su ropa y se marchara...
- No permitiré que traigas a esos degenerados con los que te acuestas a mi casa, toma - le entregó las llaves del departamento más las llaves del vehículo que había comprado para que su hijo tuviera con que trasladarse - una es la llave del auto que te había prometido y otra es de un departamento que te compré, ahí podrás vivir tu vida como quieras...sólo te pido que no te enredes en escándalos que puedan afectar a nuestra familia...sobre el dinero no te preocupes - de su billetera sacó unos cuantos billetes de alta numeración - trata de que esto te dure el resto de la semana y luego te presentas en mi oficina para que mi secretaria te entregue la tarjeta de crédito que pedí para ti.
Aquel día su hijo había partido, pero como aún no lograba recuperarse de la partida de Blümell, su esposa optó por enviarlo a Alemania con la esperanza de que su abuela lo sacara de la depresión en la que se veía inmerso.
Pablo volvió de Alemania cuatro meses después bastante cambiado...su personalidad cambió y se volvió un joven frío de mirada cínica. Pero ahora que tenía una relación con Gidi, volvía a ser el niño angelical de mirada dulce que una vez había sido. Solo por eso había aceptado desde las sombras aquella relación, claro que la aceptación había llegado después de haber hecho investigar al hombre que ahora compartía la cama de su hijo.
El sonido del teléfono interrumpió sus pensamientos y atendió la llamada.
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Pablo llegó al departamento y se abocó a sus tareas domésticas. Empezó por el dormitorio cambiando las sábanas que tenían indicios de los encuentros sexuales que habían tenido la noche anterior y durante la mañana... sonrió al sentir un calor apoderarse de su estómago al recordar que había despertado con el miembro de Ricardo ya en su interior... miró el reloj que estaba sobre uno de los veladores... Ricardo llegaría en una hora y decidió apurarse para que viera todo en orden. Después de hacer la cama tomó la aspiradora y aspiró el cubre piso de la habitación, luego aseó el baño.
Nuevamente en el dormitorio abrió el ropero y separó el traje los trajes que ambos habían usado durante la semana para enviarlos a la tintorería, los guardó en sus respectivos protectores y se encaminó a la sala y los dejó en uno de los sofás. Luego, se acercó al equipo de sonido para poner música ya que le gustaba cantar mientras cocinaba... buscó entre su colección de Cds y eligió una recopilación de Eva Ayllón, puso el Cd en el reproductor y esperó a que la primera canción diera comienzo... los primeros acordes de "cuando llora mi guitarra" invadieron sus oídos, cerró inmediatamente sus ojos y se dejó embriagar por aquellas notas. Aquel era uno de sus grandes secretos... su fanatismo hacia el vals peruano. Abrió los ojos y se encaminó a la cocina donde se abocó a lavar las tazas que Ricardo y él habían ocupado en el desayuno. Luego, abrió el refrigerador y comenzó a organizar dentro de el las compras que había hecho.
La canción "Propiedad privada" comenzó a sonar y Pablo cantó acompañándose de la música sin darse cuenta que Ricardo lo observaba embobado desde la puerta sin querer interrumpir su apasionado canto.
Decidió intervenir cuando vio a su amado dispuesto a comenzar a preparar la cena, se acercó lentamente hasta posicionarse detrás de él y lo sorprendió abrazándolo y depositando un húmedo beso en su nuca, lo que provocó que Pablo pegara un salto.
- ¡Ricardo me asustaste! - El rubio volteó a mirar a su pareja simulando estar enojado por aquel abordaje furtivo que había hecho.
- Umm no te enojes amor, solo quería sorprenderte - respondió Gidi aún abrazado al cuerpo de Pablo - ¿estás nostálgico? - preguntó
- No ¿porqué?
- Porque estás escuchando la misma música que escucha mi mamá cuando se pone a rememorar su juventud - respondió Ricardo abrazándolo aún mas fuerte, necesitaba hacerlo ya que lo había extrañado.
- Amor, te quiero mucho, pero si no dejas de abrazarme no voy a tener la cena lista a tiempo...
- ¿No recuerdas que hoy es la boda del hermano de Najib y estamos invitados a la cena de celebración? - preguntó Ricardo extrañado de que Pablo hubiera olvidado algo tan importante como eso
- ¡Oh Dios, lo olvidé! - exclamó el rubio llevando ambas manos a su cabeza - disculpa amor, es que hoy mi cabeza ha estado llena de cosas, empezando por lo de mi hermana...
- ¿Hablaste con ella? - preguntó Ricardo mientras volvía a abrazar por detrás a Pablo y comenzó a caminar guiándolo al dormitorio que ambos compartían
- Sí - respondió el rubio - y lamentablemente Andro tenía razón... la muy estúpida de mi hermana es la responsable de esas llamadas...
Una vez en la alcoba, Pablo volteó a mirar a su pareja y comenzó a desatar el nudo de su corbata...
- ¿Mucho trabajo? - preguntó el rubio de forma melosa una vez que la corbata abandonara el cuello de Ricardo.
- Bastante pero relajado - respondió Gidi inclinándose un poco más para que Pablo no hiciera tanto esfuerzo empinándose para poder desabotonar el cuello de su camisa
- ¿Cuál traje llevarás? - preguntó Pablo, provocando que una sonrisa apareciera en el rostro de su amado... se lo imaginó buscando la camisa y corbata a juego.
- Najib me comunicó que sería algo informal... creo que vestiré uno de mis trajes grises ¿te parece?
- Sí, ese color te queda bien... creo que yo también me pondré un traje gris para que...
- Entonces vestiremos iguales - ronroneó Ricardo en el cuello de su amante
- ¿No te molesta? - preguntó Zalaquet un poco preocupado
- ¡Claro que no!, somos pareja y es normal que quieras que nos identifiquemos ante los demás como tal - aclaró Ricardo acariciándole el rostro y a la vez pensando en lo hermoso que era el hombre que tenía frente a él. Sorpresivamente se alejó de Pablo para acercarse al vestón que descansaba sobre la cama y buscó en los bolsillos mientras que Pablo lo miraba con curiosidad. El rubio abrió los ojos entre sorprendido y feliz cuando Ricardo estuvo de nuevo a su lado y con una cajita que cualquier hombre con dos dedos de frente habría adivinado que contenía anillos de compromisos por lo ancha que era.
< < Esperaba darte esto mañana en la noche en casa de mis padres - prosiguió Gidi - pero me he dado cuenta que esta es la primera reunión social formal a la que iremos juntos como pareja... y me gustaría que asistiéramos portando nuestras alianzas...
Ricardo no alcanzó a terminar de hablar porque Pablo se abalanzó sobre él, provocando que ambos cayeran sobre la cama y comenzó a besarlo desaforadamente.
- Te amo (beso), te amo (beso), Te amo (beso)... No sabes lo feliz que me haces - decía el rubio con entusiasmo...
- Yo también soy feliz contigo Pablo... pero lo sería mucho más si me permitieras deslizar este anillo en el dedo anular de tu mano izquierda...
El joven Zalaquet hizo un puchero, lo que a su pareja le pareció adorable y en un cerrar y abrir de ojos, el anillo ya estaba ocupando el lugar para el cual había sido comprado.
- Es hermoso - logró decir Pablo, ya que por la emoción sintió que sus cuerdas vocales le fallaban.
- Tú eres hermoso - respondió Gidi - ahora el mío ¿OK?
Pablo asintió tímidamente y rescató de la caja de terciopelo la otra alianza y la deslizó en el dedo de Ricardo...
- Cuando tenía catorce años... - Gidi habló abriendo por primera vez su corazón - cuando tenía catorce años fue la primera vez que me atreví a reconocer que me gustaban más los hombres que las mujeres... - Pablo trató de decir algo, pero el levantó la mano para indicarle que era necesario que lo escuchara - En ese tiempo, me enamoré del que era mi mejor amigo y me atreví a confesárselo... pero él me rechazó con palabras despectivas y humillantes... pero lo que más me dolió, fue su deslealtad como amigo... todo el colegio se enteró que me gustaban los hombres y mis compañeros comenzaron a burlarse de mí con frases vulgares y mensajes escritos obscenos...
< < Lo que más lamenté fue que mi familia sufrió las consecuencias... alguien bajó una foto de internet de un par de hombres en pleno acto sexual... la imagen era explícita e hicieron un montaje con mi rostro poniéndolo en el hombre que cumplía el rol de pasivo. La fotografía fue pegada en uno de los establecimientos de mi papá y que estaba en pleno centro comercial... - Pablo ahogó un gemido - Estuve encerrado en mi dormitorio con ese dolor de estómago que te provoca el miedo, por temor a la reacción de mi papá imaginándome lo peor, pero mi papá solo me abrazó para darme su apoyo diciéndome que lo mío no era un problema, que mis compañeros eran los enfermos por haber actuado de esa forma, que a pesar de que todos ellos eran hijos de las mejores familias de la ciudad, eran un montón de ignorantes y que yo era un joven valiente por admitir mi sexualidad sin hipocresías.
< < Desde ese día viví la vida loca... así decía mi mamá... la primera vez que tuve sexo fue en el baño de uno de los negocios de mi papá... fue con uno de los vendedores, era casado pero era un pasivo que no tuvo la valentía de asumirlo y que se casó por las apariencias... en ese tiempo yo tenía diecisiete años y hasta hace un año atrás, todavía manteníamos esos encuentros, pero jamás tuvimos un relación de pareja y aquí solo he tenido encuentros sexuales furtivos con hombres y mujeres que no buscaban compromisos y para mí eso era muy cómodo...
- Como esa chica de cuarto año - interrumpió Pablo
- Sí como ella... pero llegaste tú...
- Mientes, primero fue Andro - aseveró de forma seria el rubio
- No Pablo, primero fuiste tú... Aún recuerdo aquel día que Max nos propuso interactuar con chicas de otros cursos ya que siempre hablábamos con contemporáneas nuestras y nos dirigimos al campus para ver si conseguíamos alguna y te vi... caminabas junto a tu hermana como si el mundo les perteneciera, tu hermana mecía sus caderas de forma exagerada y tu tenías el mismo movimiento pero más sutil... aquello me indicó que eras gay y eras el chico mas hermoso que había visto. Pero todo se vino abajo cuando observé que un tipo se acercaba a ti y te abrazaba sin importarle que los demás observaran y disimuladamente tocó tus genitales y yo sentí asco de que dejaras que te tocaran de esa forma, luego te fuiste con él en dirección a los sanitarios y yo dejé a mis amigos para seguirte y lo que escuché me decepcionó, sentí ruidos de una felación y me quedé a escuchar hasta donde llegaría todo eso para poder encontrar un motivo para no acercarme a ti... no conocía tu voz así que supuse que el que pedía más y más profundo eras tú y eso fue todo lo que necesité para salir de ese baño y no mirarte más...
- Ricardo por favor...
- Déjame terminar - ordenó el castaño haciendo que su sumisa pareja obedeciera - durante todo ese tiempo observé como cambiabas de pareja sexual y me hervía la sangre al pensar que otros habían penetrado en tu interior, que otros habían logrado llevarte al éxtasis, que otros estaban en el lugar que yo quería estar pero por tu promiscuidad no me atrevía a hacerlo y decidí olvidarte cuando supe que Andro también era gay... pero jamás pude dejar de estar pendiente de tus conquistas. Aquel día que me invitaste a salir, acepté con la intención de hacerte pagar por los acosos que le habías hecho a Andro... Pero tenía en mi mente esa imagen de promiscuidad tuya y me negaba a sucumbir ante ti, y la aparición de Blümell fue el detonante de que yo decidiera estar contigo...
- ¿Porqué?
- Ni siquiera había podido saber que se sentía tenerte gimiendo debajo de mí y venía otro a frustrar mis intenciones ofreciéndote un anillo en la cafetería de la universidad
- Amor, por favor no sigas, te estas haciendo daño...
- Lo sé Pablo, pero es la única manera que encontré para explicarte que has sido el único hombre con el que he tenido una relación formal y que lo único que quiero en esta vida es que estemos juntos hasta el último aliento... tener en hogar en el que tu y yo seremos felices...
- ¿Quieres hij...
- No Pablo, no estoy dispuesto a compartirte con nadie, quiero que todo tu tiempo lo inviertas en mí.
La desilusión que sintió Pablo al escuchar las últimas palabras de su pareja fue encubierta por una leve sonrisa, pero que fue percibida por su pareja.
- No te sientas mal amor, no es que no quiera hijos, pero no quiero condenar a un niño a ser discriminado por otros por tener como padres a dos hombres, no quiero que la crueldad infantil provoque que el supuesto hijo que tengamos te desprecie por tu naturaleza, no soportaría verte llorar por eso.
- Pero...
- Más adelante quizá, cuando las leyes de este país nos indiquen que no seremos discriminados en ningún lugar.
- Tienes razón amor, pero...
- Sé que me vas a decir, lo comprendí el día que me confesaste que tu identidad sexual se acerca más al lado femenino y que te gustaría dejar una huella en este mundo educando a un niño amor...
- ¿Cómo sabes que iba a decir eso?
- Porque en el tiempo que hemos estado juntos he aprendido a conocerte para poder complacerte.
- Mmmm quien iba imaginar que detrás de ese cuerpo de infarto y ese rostro seductor encontraría a un hombre tan considerado - dijo Pablo acariciando el torso ya desnudo de su pareja - y te confieso que realmente me excita que seas así conmigo...
- ¿Sí? Entonces, ¿qué te parece si nos damos una ducha y nos preparamos para esa cena en las que nos presentaremos como una pareja formalmente constituida?
Ambos se despojaron de sus ropas y tomaron un largo y reconfortable baño en el cual aprovecharon de unir sus cuerpos en la danza más antigua del mundo.
Platón
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Aquel día viernes amenazaba con ser muy atareado para todos. Por un lado Najib tuvo que asistir a la mezquita muy temprano para ultimar los detalles de la ceremonia en la que su hermano contraería matrimonio al atardecer. También se vio obligado a contactar a las personas que testificarían la unión ante la comunidad musulmana y luego se dirigió al trabajo de Andro para almorzar con él.
Por otra parte Andro tuvo una mañana realmente ardua ya que el caso que defendía se veía cada vez más complicado, a pesar de que él era solamente un practicante, don Enrique Ruiz-Tagle era el abogado titular y lo avalaba dándole apoyo en el tribunal.
El fiscal, un hombre de aproximadamente treinta y cinco años, fue un digno oponente, pero al cual el joven croata logró derrotar al conseguir que su defendido fuera condenado a quince años de presidio efectivo y no la cadena perpetua que el fiscal exigía.
- Bien hecho muchacho, al paso que vas, serás un gran abogado penalista...
- Don Enrique sabe reconocer cuando tiene un buen elemento frente a sus narices - Jaime Betancourt, el fiscal titular del ministerio público de la zona oriente de la ciudad, se acercó a ellos con la intención de felicitar al joven practicante.
- Muchacho, veo que el haber sido duro contigo rindió sus frutos... ¿hace cuanto te nombraron fiscal?
- Hace un mes, antes estuve en la defensoría...
- ¿Tienes tiempo para un café?, vamos a mi oficina y ahí podremos hablar tranquilamente ¿vienes Andro? Localizaremos un taxi...
- Yo los llevo - dijo el croata a lo que los otros abogados aceptaron.
Apenas los vio, el chofer solícitamente abrió la puerta trasera para que ellos entraran.
- ¿A que lugar me dirijo joven Andro? - el chofer preguntó respetuosamente
- Llévanos a la oficina por favor Boris.
- Sí, señor.
Durante el trayecto discutieron sobre leyes que debían ser cambiadas hasta que el fiscal sin poder contener su curiosidad...
- Es raro ver a un joven practicante con chofer propio, la última vez que vi a uno resultó ser hijo de un narcotraficante...
- Bueno, pues puedo asegurar que la familia de Andro no se lucra ilegalmente - dijo el señor Ruiz-Tagle al ver que su joven discípulo apretaba los puños para ocultar el enojo que sentía.
- Ah, bueno, entiendo... ¿pero sus padres no se aburrirán de mantenerle un chofer? Yo creo que ya es bastante grandecito...
- En primer lugar señor Betancourt - interrumpió Andro - no hable como si yo no estuviera presente, en segundo lugar, mis padres no pagan mi chofer ni tampoco me mantienen...
- Pienso que podríamos cambiar de tema ¿no creen? - propuso don Enrique.
Todos guardaron silencio y Andro dedicó la mayor parte del camino a mirar las gotas de lluvia que se arrastraban por el vidrio de la ventana.
El chofer detuvo el auto frente a las puertas acristaladas del bufete y luego, como acostumbraba, abrió la puerta a los pasajeros para que estos descendieran del vehículo.
El calor de la calefacción central los recibió generosamente apenas ingresaron a la recepción y la secretaria de inmediato procedió a darles sus recados.
- El señor Najib lo espera en su oficina... - informó la secretaria a Andro
- ¿Dices que Najib está aquí? - don Enrique se alegró al saberlo - Coté llama a la cafetería de enfrente y pide dos Express grande, un capuchino - sabía que era la preferencia de su discípulo - y un café árabe y los llevas a la oficina de Andro Ah, y que sea para hoy... vamos Jaime, te presentaré a alguien muy estimado por mi familia.
Ambos abogados siguieron los pasos de Andro, que caminaba rápidamente, ansioso por ver a su amor.
Al abrir la puerta de su oficina, inmediatamente fue recibido por un afectuoso saludo que fue un poco suave a como estaba acostumbrado ya que Ricardo también se encontraba presente en la oficina y Najib no gustaba de que otros apreciaran lo bien que se veían los labios de Andro después de recién haber sido besados.
Un toque suave en la puerta le indicó que estaban siendo observados, levantó la vista y descubrió a don Enrique siendo escoltado por un hombre que miraba a su Andro con cierto grado de suspicacia, eso llevó a poner sus sentidos en alerta ya que sintió que Andro se removió algo incómodo por el escrutinio al que estaba siendo expuesto.
- Assalamu Alaikum don Enrique, espero que esté teniendo un buen día.
- Maravilloso, muchacho, maravilloso...pero ven aquí y deja que te dé un abrazo fuerte para felicitarte por el matrimonio de tu hermano, Andro me contó que hoy es el gran día.
- Sí, es hoy - Najib recibió el abrazo y luego dirigió su mirada al hombre que acompañaba al padre de uno de sus grandes amigos
- El es Jaime Betancourt, el fiscal titular de la fiscalía oriente...
El servidor público ofreció su mano la que fue recibida
- Najib Al Hashem...
- El también es abogado - explicó el dueño del bufete al fiscal - y en unos meses se incorporará a nuestro staff como socio.
- Entonces pronto nos veremos en un tribunal, supongo - dijo Jaime
- Inshallah - respondió Najib - pero necesitaré sus servicios como fiscal más pronto de lo que imagina - agregó
- ¿Por qué?
- Mi esposo está siendo amenazado telefónicamente y creo que es usted el encargado de dar protección policial a los ciudadanos si el caso lo requiere...
- ¿Esposo?, perdone, no sé si escuche bien pero, ¿dijo esposo?
- Así es, Andro es mi esposo ¿algún problema con eso?
- N, no, no tengo problemas con eso... pero creo que debe saber que los matrimonios realizados en el extranjero en este país no son reconocidos... - el fiscal inmediatamente supuso que ellos se habían casado en otro país - especialmente si los contrayentes son del mismo sexo ya que aquí no existe ninguna ley de unión de género.
- Eso lo sé señor fiscal, pero eso no le quita el derecho a Andro de pedir protección policial.
- Estaría en todo su derecho señor Al Hashem, pero también tiene que tener en cuenta de que hoy en día muchos jóvenes inventan cualquier cosa para que los que los aman mantengan su atención en ellos - se justificó el servidor público.
- ¿Está insinuando que todo puede ser invención de mi esposo?
- No, yo me refiero a...
- Mi esposo no necesita de nada para que yo mantenga mi atención en él...
- Pero es que algunos jóvenes, cuando ven que están siendo mimados económicamente, buscan mantener...
- ¡Se equivoca Betancourt! Este joven que usted ve aquí, tiene a su mando una de las empresas más lucrativas del sur del país y cuyas utilidades son millonarias, así que deje de insinuar ¿o tiene algún problema personal con él?
- No, no tengo problemas con él, solamente estaba indagando para descartar que fuera...
- Yo escuché personalmente la última llamada señor fiscal y le aseguro que sentí miedo por la vida de Andro, tanto que le obligué a utilizar el chofer para protegerlo.
- ¿Quién piensa usted que puede ser? - preguntó Ruiz-Tagle padre, que durante el breve enfrentamiento verbal optó por callar.
- La verdad es que no tenemos idea de quien puede ser don Enrique... esta mañana mi hermano Farid me dio la idea de contratar guarda espaldas , pero mi naturaleza no me lo permite, así que por eso recurro a usted.
- Consultaré con el juez de garantía y le comunicaré los pasos a seguir ¿esta bien?...Lo lamento don Enrique, pero me esperan a almorzar.
- ¿Cuándo conoceré al nuevo miembro de tu familia?
- Apenas Estela se recupere del parto le avisaré... ahora debo ir a la clínica - El servidor público se despidió de todos los presentes y se retiró rumiando su resentimiento contra aquellos que se creían privilegiados solo por tener un poco más que los demás "contratar guardaespaldas" hasta ese gusto podía darse ese tipo que se notaba, era mas joven que él y hablaba con una seguridad que haría temblar a cualquiera en un tribunal oral. "con dinero se puede hacer cualquier cosa" y él lo sabía bien ya que sus estudios dependieron del crédito universitario que pudo obtener y que a duras penas había terminado de pagar hacía un año atrás.
Don Enrique pidió a Najib que hablasen en privado y éste lo siguió hasta la oficina principal del bufete. Andro por otra parte aprovechó ese momento de soledad para expresarle sus sospechas con respecto a Nadia el cual no dudó en llamar a Pablo para comunicarle lo que estaba pasando. El joven Zalaquet prometió hacer una visita a la casa de sus padres para hablar con su hermana.
- Pablo se hará cargo de todo, no te preocupes - Ricardo se sentó en su escritorio y abrió el cajón superior de donde sacó una cajita forrada de terciopelo - ¿Qué te parecen? - Dentro de la caja habían dos gruesas alianzas de oro con letras labradas - el anillo con el nombre de Pablo es el mío, y el que tiene mi nombre es el de él...
- ¿Los nombre no van en el interior?
- Regularmente sí, pero yo quise que fuera de esta forma, así quien vea mi anillo sabrá el nombre del dueño de mi corazón.
- No te conocía ese lado romántico - lo molestó Andro
- No molestes y pásame la carpeta del caso Riquelme
- ¿De qué se trata?
- Clonaron su chequera electrónica y retiraron más del cincuenta por ciento de su capital.
- Pero
- Todo ejecutivo de cuentas tiene que estar pendiente de los giros y saldos de ellas y avisarles a sus clientes cuando la cantidad de giros al sobrepasado el límite de lo establecido. En este caso, en un cajero automático puedes girar máximo doscientos mil pesos al día, y los delincuentes estuvieron girando diariamente hasta robarle dos millones y medio de pesos a mi cliente, esto sin ser percibido por el ejecutivo de cuentas, quien al ver que un cliente llega al máximo de giros mensuales le avisa que los demás serán cobrados.
- Entonces estas demandando al ejecutivo de cuentas.
- No compañero, el demandado en este caso es la institución bancaria...
Ricardo y Andro estuvieron por casi media hora analizando el caso, hasta que Najib volvió de su reunión con don Enrique.
- Vamos a almorzar - aquella simple frase dicha por el árabe con un leve toque de autoridad, hizo que Andro prácticamente se levantara como un resorte de la silla, lo que produjo que Ricardo comenzara a reír desaforadamente haciendo que sus amigos lo miraran de forma rara por no entender la causa de su risa y después salieron de la oficina dejándolo solo.
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Pablo dejó la oficina alrededor de las dos de la tarde y se dirigió al sector oriente de la ciudad donde quedaba ubicada la residencia de sus padres. Iba dispuesto a enfrentar a su hermana ya que no tenía ni la más leve duda, de que ella era la responsable de las amenazas que estaba recibiendo Andro. No entendía aquella obsesión que tenía Nadia por el árabe...a su parecer, su tonta hermana, mientras más era rechazada, más insistía en esa inútil empresa de conquista que se había auto impuesto y lo hacía sin detenerse a pensar en los daños colaterales que sus acciones provocaban. Alguien tenía que ponerle un alto a Nadia...y ese alguien tenía que ser su padre. Apretó fuertemente el volante al pensar que tenía que hablar con su progenitor ya que desde que su homosexualidad fue conocida por su familia, su padre trataba de evitar encontrarse con él y cuando por las casualidades de la vida se encontraban, su trato era frío y distante.
Cuando estaba a doscientos metros de la entrada de la residencia, redujo la velocidad y se acercó a la caseta del guardia, quien al verlo, abrió la reja eléctrica para dejarlo pasar.
Estacionó su auto detrás del lujoso mercedes de su padre y se acercó a la puerta para tocar el timbre. El mayordomo le abrió sonriéndole amablemente y lo guió al comedor, donde su familia se encontraba almorzando.
- Buenas tardes, lamento ser tan inoportuno - La voz de Pablo hizo que su padre dejara de comer...lo miró deforma dolorosa demostrando así lo mucho que aún le dolía la sexualidad de su único hijo.
- Siéntate y almuerza con nosotros - le ordenó e inmediatamente un plato con sopa de almejas fue puesto delante de Pablo, que comenzó a comer en silencio como acostumbraban en aquella casa. Nadia lo miraba de vez en cuando tratando de dilucidar el motivo de la presencia de su hermano.
El salmón a la mantequilla fue servido acompañado de arroz y papas duquesas. Pablo sonrió, ya que sabía lo que vendría a continuación...Su hermana exigió que le trajeran un plato en el cual fue dejando las papas y el arroz, ante la furiosa mirada de sus padres...Nadia dándose cuenta que era observada se justificó...
- El arroz y las papas engordan, le he dicho millones de veces a la inútil de la cocina que no me sirva hidratos de carbono.
- Come y calla - fue la respuesta que obtuvo de Ariel Zalaquet.
Cuando todos terminaron, los platos les fueron retirados por el solícito mayordomo y los postres pasaron a ocupar su lugar, el mousse de lúcuma fue bien recibido por Pablo ya que desde que vivía lejos de la familia que no había tenido oportunidad de comerlo.
Después del postre, el mayordomo anunció que el café sería servido en la sala y todos se dirigieron hacia el lugar en silencio. Ariel tomó de su ya tradicional café irlandés y luego miró a su hijo.
- ¿Cual es el motivo de tu repentina visita?
- Mi motivo tiene que ver con Nadia y sus caprichos papá...
- ¿Qué tengo que ver yo con que hayas decidido venir? - preguntó la joven con su acostumbrado timbre agudo de voz.
- Tiene que ver con las amenazas de muerte que ha estado recibiendo el que ahora es pareja de tu ex, hermanita - la forma sarcástica que utilizó Pablo para dirigirse a su hermana molestó en demasía a la joven.
- ¿Y que tengo que ver yo?
- Tu sabes que estás involucrada en ese asunto Nadia, yo solo vine a advertirte que Najib hoy habló con el fiscal para pedir la intervención de la policía en este asunto y si te descubren...vas a ir a la cárcel, porque él va a llegar hasta las últimas consecuencias.
- ¿Cómo osas en acusar a tu hermana?
- Yo estoy hablando de algo cierto papá - Pablo miró a su hermana - ni siquiera eres lo suficientemente inteligente para conspirar... Najib escuchó personalmente la última amenaza - informó Zalaquet - y decía claramente "te metiste con el hombre equivocado"...ahora dime hermana ¿Quién es el hombre en quien Andro no debió haber puesto sus ojos según tú?
En ese momento Ariel se acercó a su hija y sorpresivamente la abofeteó...
- Si por tu culpa nuestra familia se ve enlodada en un escándalo así, olvídate de que eres mi hija - aseveró el hombre - ahora entrégame las tarjetas de crédito y la chequera.
- Pero papá, ¿prefieres creerle a él y no a mí? - se quejó la joven mientras sacaba de su bolso los artículos que le había pedido su padre. El hombre comenzó a revisar el talonario de cheques y luego miró a su hija exaltado.
- ¡Extendiste un cheque a fecha y por doscientos mil pesos! ¡Otro por cien mil y que ya fue cobrado!
- ¿A nombre de quién extendió los cheques? Preguntó la madre de Pablo con preocupación.
- Axel Nürenberg , ¿lo conoces? - preguntó Ariel a su hijo
- No papá, no tengo idea de quien puede ser...pero supongo que Nadia dirá que es su estilista... - el sarcasmo predominó en las últimas palabras del joven Zalaquet.
Hubo un momento de silencio en el cual el padre de Pablo observó a su hija esperando a que ella se decidiera a confesar.
- Estoy esperando Nadia...dime porqué extendiste los cheques a nombre de ese hombre.
La joven se sintió arrinconada y sorpresivamente confesó entre gritos desesperados.
- Está bien, lo confieso, yo fui ¿y qué?...yo le pagué a Axel para que hiciera esas llamadas...pero te juro papá que fue solamente eso, solo quería que ese estúpido se alejara de Najib...pero te juro papá que no iban a matarlo, solo iban a darle un par de golpes y nada más...
- ¡Dios Mío!, mi hija actuando como una vulgar delincuente - la exclamación que salió de boca de la madre de Pablo alertó al mayordomo, quien, entrando se acercó rápidamente a la mujer para aproximarle un frasco de sales a la nariz para evitar que se desmayara.
- ¿Dónde conociste a este tipo y porqué se te ocurrió que él podría golpear a Andro? - preguntó el joven Zalaquet a su hermana sacudiéndola de los brazos furiosamente.
- Yo, lo conocí en un pub del barrio Suecia - confesó la chica - y...
- ¿y qué?- él y sus amigos le pegaron a un travestido y por eso se me ocurrió que podrían hacer lo mismo con ese estúpido de Andro.
- ¿Quién te crees tu para decidir sobre la vida de los demás? - preguntó el papá de Pablo.
- ¡Papá!
- Desde hoy en adelante solamente saldrás a la universidad, pero como ahora estás en vacaciones no podrás salir. ¡ah! Y te advierto que si me desobedeces te irás de esta casa y no recibirás ningún peso de mi parte. Ahora llamaré a mi ejecutivo de cuenta para que dé orden de no pago a este cheque...y por supuesto no te devolveré las tarjetas.
- Pero ¡papá!
- No me dirijas la palabra, estarás confinada a tu habitación y tomarás tus alimentos en ese lugar hasta nuevo aviso ¿entendiste Nadia?
- ¿Porqué siempre me castigas a mí? Pablo avergüenza mucho mas que yo a nuestra familia y nunca le has dicho nada...Se pasea por todo Santiago de la mano de ese tal Gidi y ustedes se lo celebran...
Pablo no aguantó más...
- Sí, me paseo de la mano de un hombre...pero a diferencia de ti hermanita...me paseo de la mano del hombre con el cual vivo, que es soltero y no tiene que rendirle cuantas a nadie más que a mí...y nuestros padres saben que jamás me meto en la cama de hombres casados y por eso viven tranquilos sin temor a que una esposa celosa venga a esta casa a reclamar por mis actos...
- Pablo - Schlomit Schwartz se acercó a su hijo - será mejor que te vayas, tu padre y yo estaremos pendiente de que tu hermana no se meta en más problemas.
- El asunto no es cuidarla de que no se meta en problemas mamá...la realidad es que ya está metida en uno al haber hecho negocios con ese tipo que además de todo, es homofóbico y se dedica a golpear a homosexuales. ¿Qué pasaría si involuntariamente mi tonta hermana me expone a la mira de ese tipo? ¿También tendré que recurrir a la policía para que no me golpeen por ser gay?
Aquellas palabras desesperaron a la mujer, que acercándose a su hija, la abofeteó con todas sus fuerzas...
- ¡Niña insensata! Si por tu maldito egoísmo tu hermano resulta perjudicado, jamás y escúchame claro, jamás volverás a poner un pie en esta casa porque para nosotros estarás muerta ¿me escuchaste?
- ¡tranquilízate mujer! - Ariel rodeó el cuerpo de su esposa con sus brazos y la apartó de su hija para que se calmara - ve a tu habitación y de ahí no sales hasta nuevo aviso - agregó el hombre mirando a su hija
- Lo haré papá, pero antes le diré a Pablo lo que se merece - respondió la joven si el más leve tono de respeto en sus palabras - Si te golpean , lo vas a tener bien merecido, porque eres un degenerado que no merece ni la más leve consideración...
- ¡ya basta! - el mayor de los Zalaquet tomó bruscamente del brazo a su hija y prácticamente la arrastró hasta su habitación entre insultos y blasfemias que salían de boca de la joven que se resistía a ser tratada de esa forma.
- Me retiro - informó Pablo una vez que su padre volvió a la sala - Ricardo llegará temprano hoy a casa y ni siquiera lavé las tazas del desayuno y estoy seguro que pondrá el grito en cielo si ve todo desordenado.
- No se ve tan quisquilloso a simple vista - dijo su madre con un leve tono de indiferencia.
Ariel miró a su hijo...a pesar de no mantener un contacto más cercano con él, vivía pendiente de su vida y sabía quien era el hombre con el cual su hijo vivía...
- ¿Te maltrata? - preguntó el hombre con voz ahogada.
- ¡No papá!, Ricardo me trata como si fuera una muñeca de porcelana, es sólo que le gusta que todo esté en orden...
- Hijo, sabes que si necesitas algo puedes contar conmigo ¿cierto? - dijo la madre de Pablo abrazándolo.
- Lo sé mamá y no te preocupes, Ricardo y yo estamos bien...y yo soy muy feliz.
Ariel Zalaquet los dejó solos en la sala y se dirigió a su despacho para comunicarse con su ejecutivo de cuentas. Se sentó frente al escritorio y su mente voló a aquella noche en que descubrió a su hijo en aquel intento de suicidio...sintió que el mundo se le venía encima cuando Pablo le rogaba que lo dejara morir...Recordó la cara de Blümell padre cuando le exigió una explicación por el actuar de su hijo al haber seducido a Pablo y el hombre le respondió que su hijo no era maricón. En la clínica había pedido un examen físico exhaustivo y casi se fue de espaldas cuando el médico le dijo que su hijo tenía indicios de haber mantenido sexo de forma brutal ya que su esfínter presentaba desgarros no solo actuales sino que también tenía otros que estaban en proceso de cicatrización. Cuando Pablo egresó de la clínica él, como padre preocupado, le exigió una explicación y su hijo le respondió de mala manera que era homosexual y que le gustaba que un hombre se la metiera y si ese hombre era Eduardo Blümell era mucho mejor. Se decepcionó e inmediatamente compró un departamento para Pablo e hizo que empacara su ropa y se marchara...
- No permitiré que traigas a esos degenerados con los que te acuestas a mi casa, toma - le entregó las llaves del departamento más las llaves del vehículo que había comprado para que su hijo tuviera con que trasladarse - una es la llave del auto que te había prometido y otra es de un departamento que te compré, ahí podrás vivir tu vida como quieras...sólo te pido que no te enredes en escándalos que puedan afectar a nuestra familia...sobre el dinero no te preocupes - de su billetera sacó unos cuantos billetes de alta numeración - trata de que esto te dure el resto de la semana y luego te presentas en mi oficina para que mi secretaria te entregue la tarjeta de crédito que pedí para ti.
Aquel día su hijo había partido, pero como aún no lograba recuperarse de la partida de Blümell, su esposa optó por enviarlo a Alemania con la esperanza de que su abuela lo sacara de la depresión en la que se veía inmerso.
Pablo volvió de Alemania cuatro meses después bastante cambiado...su personalidad cambió y se volvió un joven frío de mirada cínica. Pero ahora que tenía una relación con Gidi, volvía a ser el niño angelical de mirada dulce que una vez había sido. Solo por eso había aceptado desde las sombras aquella relación, claro que la aceptación había llegado después de haber hecho investigar al hombre que ahora compartía la cama de su hijo.
El sonido del teléfono interrumpió sus pensamientos y atendió la llamada.
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Pablo llegó al departamento y se abocó a sus tareas domésticas. Empezó por el dormitorio cambiando las sábanas que tenían indicios de los encuentros sexuales que habían tenido la noche anterior y durante la mañana... sonrió al sentir un calor apoderarse de su estómago al recordar que había despertado con el miembro de Ricardo ya en su interior... miró el reloj que estaba sobre uno de los veladores... Ricardo llegaría en una hora y decidió apurarse para que viera todo en orden. Después de hacer la cama tomó la aspiradora y aspiró el cubre piso de la habitación, luego aseó el baño.
Nuevamente en el dormitorio abrió el ropero y separó el traje los trajes que ambos habían usado durante la semana para enviarlos a la tintorería, los guardó en sus respectivos protectores y se encaminó a la sala y los dejó en uno de los sofás. Luego, se acercó al equipo de sonido para poner música ya que le gustaba cantar mientras cocinaba... buscó entre su colección de Cds y eligió una recopilación de Eva Ayllón, puso el Cd en el reproductor y esperó a que la primera canción diera comienzo... los primeros acordes de "cuando llora mi guitarra" invadieron sus oídos, cerró inmediatamente sus ojos y se dejó embriagar por aquellas notas. Aquel era uno de sus grandes secretos... su fanatismo hacia el vals peruano. Abrió los ojos y se encaminó a la cocina donde se abocó a lavar las tazas que Ricardo y él habían ocupado en el desayuno. Luego, abrió el refrigerador y comenzó a organizar dentro de el las compras que había hecho.
La canción "Propiedad privada" comenzó a sonar y Pablo cantó acompañándose de la música sin darse cuenta que Ricardo lo observaba embobado desde la puerta sin querer interrumpir su apasionado canto.
Decidió intervenir cuando vio a su amado dispuesto a comenzar a preparar la cena, se acercó lentamente hasta posicionarse detrás de él y lo sorprendió abrazándolo y depositando un húmedo beso en su nuca, lo que provocó que Pablo pegara un salto.
- ¡Ricardo me asustaste! - El rubio volteó a mirar a su pareja simulando estar enojado por aquel abordaje furtivo que había hecho.
- Umm no te enojes amor, solo quería sorprenderte - respondió Gidi aún abrazado al cuerpo de Pablo - ¿estás nostálgico? - preguntó
- No ¿porqué?
- Porque estás escuchando la misma música que escucha mi mamá cuando se pone a rememorar su juventud - respondió Ricardo abrazándolo aún mas fuerte, necesitaba hacerlo ya que lo había extrañado.
- Amor, te quiero mucho, pero si no dejas de abrazarme no voy a tener la cena lista a tiempo...
- ¿No recuerdas que hoy es la boda del hermano de Najib y estamos invitados a la cena de celebración? - preguntó Ricardo extrañado de que Pablo hubiera olvidado algo tan importante como eso
- ¡Oh Dios, lo olvidé! - exclamó el rubio llevando ambas manos a su cabeza - disculpa amor, es que hoy mi cabeza ha estado llena de cosas, empezando por lo de mi hermana...
- ¿Hablaste con ella? - preguntó Ricardo mientras volvía a abrazar por detrás a Pablo y comenzó a caminar guiándolo al dormitorio que ambos compartían
- Sí - respondió el rubio - y lamentablemente Andro tenía razón... la muy estúpida de mi hermana es la responsable de esas llamadas...
Una vez en la alcoba, Pablo volteó a mirar a su pareja y comenzó a desatar el nudo de su corbata...
- ¿Mucho trabajo? - preguntó el rubio de forma melosa una vez que la corbata abandonara el cuello de Ricardo.
- Bastante pero relajado - respondió Gidi inclinándose un poco más para que Pablo no hiciera tanto esfuerzo empinándose para poder desabotonar el cuello de su camisa
- ¿Cuál traje llevarás? - preguntó Pablo, provocando que una sonrisa apareciera en el rostro de su amado... se lo imaginó buscando la camisa y corbata a juego.
- Najib me comunicó que sería algo informal... creo que vestiré uno de mis trajes grises ¿te parece?
- Sí, ese color te queda bien... creo que yo también me pondré un traje gris para que...
- Entonces vestiremos iguales - ronroneó Ricardo en el cuello de su amante
- ¿No te molesta? - preguntó Zalaquet un poco preocupado
- ¡Claro que no!, somos pareja y es normal que quieras que nos identifiquemos ante los demás como tal - aclaró Ricardo acariciándole el rostro y a la vez pensando en lo hermoso que era el hombre que tenía frente a él. Sorpresivamente se alejó de Pablo para acercarse al vestón que descansaba sobre la cama y buscó en los bolsillos mientras que Pablo lo miraba con curiosidad. El rubio abrió los ojos entre sorprendido y feliz cuando Ricardo estuvo de nuevo a su lado y con una cajita que cualquier hombre con dos dedos de frente habría adivinado que contenía anillos de compromisos por lo ancha que era.
< < Esperaba darte esto mañana en la noche en casa de mis padres - prosiguió Gidi - pero me he dado cuenta que esta es la primera reunión social formal a la que iremos juntos como pareja... y me gustaría que asistiéramos portando nuestras alianzas...
Ricardo no alcanzó a terminar de hablar porque Pablo se abalanzó sobre él, provocando que ambos cayeran sobre la cama y comenzó a besarlo desaforadamente.
- Te amo (beso), te amo (beso), Te amo (beso)... No sabes lo feliz que me haces - decía el rubio con entusiasmo...
- Yo también soy feliz contigo Pablo... pero lo sería mucho más si me permitieras deslizar este anillo en el dedo anular de tu mano izquierda...
El joven Zalaquet hizo un puchero, lo que a su pareja le pareció adorable y en un cerrar y abrir de ojos, el anillo ya estaba ocupando el lugar para el cual había sido comprado.
- Es hermoso - logró decir Pablo, ya que por la emoción sintió que sus cuerdas vocales le fallaban.
- Tú eres hermoso - respondió Gidi - ahora el mío ¿OK?
Pablo asintió tímidamente y rescató de la caja de terciopelo la otra alianza y la deslizó en el dedo de Ricardo...
- Cuando tenía catorce años... - Gidi habló abriendo por primera vez su corazón - cuando tenía catorce años fue la primera vez que me atreví a reconocer que me gustaban más los hombres que las mujeres... - Pablo trató de decir algo, pero el levantó la mano para indicarle que era necesario que lo escuchara - En ese tiempo, me enamoré del que era mi mejor amigo y me atreví a confesárselo... pero él me rechazó con palabras despectivas y humillantes... pero lo que más me dolió, fue su deslealtad como amigo... todo el colegio se enteró que me gustaban los hombres y mis compañeros comenzaron a burlarse de mí con frases vulgares y mensajes escritos obscenos...
< < Lo que más lamenté fue que mi familia sufrió las consecuencias... alguien bajó una foto de internet de un par de hombres en pleno acto sexual... la imagen era explícita e hicieron un montaje con mi rostro poniéndolo en el hombre que cumplía el rol de pasivo. La fotografía fue pegada en uno de los establecimientos de mi papá y que estaba en pleno centro comercial... - Pablo ahogó un gemido - Estuve encerrado en mi dormitorio con ese dolor de estómago que te provoca el miedo, por temor a la reacción de mi papá imaginándome lo peor, pero mi papá solo me abrazó para darme su apoyo diciéndome que lo mío no era un problema, que mis compañeros eran los enfermos por haber actuado de esa forma, que a pesar de que todos ellos eran hijos de las mejores familias de la ciudad, eran un montón de ignorantes y que yo era un joven valiente por admitir mi sexualidad sin hipocresías.
< < Desde ese día viví la vida loca... así decía mi mamá... la primera vez que tuve sexo fue en el baño de uno de los negocios de mi papá... fue con uno de los vendedores, era casado pero era un pasivo que no tuvo la valentía de asumirlo y que se casó por las apariencias... en ese tiempo yo tenía diecisiete años y hasta hace un año atrás, todavía manteníamos esos encuentros, pero jamás tuvimos un relación de pareja y aquí solo he tenido encuentros sexuales furtivos con hombres y mujeres que no buscaban compromisos y para mí eso era muy cómodo...
- Como esa chica de cuarto año - interrumpió Pablo
- Sí como ella... pero llegaste tú...
- Mientes, primero fue Andro - aseveró de forma seria el rubio
- No Pablo, primero fuiste tú... Aún recuerdo aquel día que Max nos propuso interactuar con chicas de otros cursos ya que siempre hablábamos con contemporáneas nuestras y nos dirigimos al campus para ver si conseguíamos alguna y te vi... caminabas junto a tu hermana como si el mundo les perteneciera, tu hermana mecía sus caderas de forma exagerada y tu tenías el mismo movimiento pero más sutil... aquello me indicó que eras gay y eras el chico mas hermoso que había visto. Pero todo se vino abajo cuando observé que un tipo se acercaba a ti y te abrazaba sin importarle que los demás observaran y disimuladamente tocó tus genitales y yo sentí asco de que dejaras que te tocaran de esa forma, luego te fuiste con él en dirección a los sanitarios y yo dejé a mis amigos para seguirte y lo que escuché me decepcionó, sentí ruidos de una felación y me quedé a escuchar hasta donde llegaría todo eso para poder encontrar un motivo para no acercarme a ti... no conocía tu voz así que supuse que el que pedía más y más profundo eras tú y eso fue todo lo que necesité para salir de ese baño y no mirarte más...
- Ricardo por favor...
- Déjame terminar - ordenó el castaño haciendo que su sumisa pareja obedeciera - durante todo ese tiempo observé como cambiabas de pareja sexual y me hervía la sangre al pensar que otros habían penetrado en tu interior, que otros habían logrado llevarte al éxtasis, que otros estaban en el lugar que yo quería estar pero por tu promiscuidad no me atrevía a hacerlo y decidí olvidarte cuando supe que Andro también era gay... pero jamás pude dejar de estar pendiente de tus conquistas. Aquel día que me invitaste a salir, acepté con la intención de hacerte pagar por los acosos que le habías hecho a Andro... Pero tenía en mi mente esa imagen de promiscuidad tuya y me negaba a sucumbir ante ti, y la aparición de Blümell fue el detonante de que yo decidiera estar contigo...
- ¿Porqué?
- Ni siquiera había podido saber que se sentía tenerte gimiendo debajo de mí y venía otro a frustrar mis intenciones ofreciéndote un anillo en la cafetería de la universidad
- Amor, por favor no sigas, te estas haciendo daño...
- Lo sé Pablo, pero es la única manera que encontré para explicarte que has sido el único hombre con el que he tenido una relación formal y que lo único que quiero en esta vida es que estemos juntos hasta el último aliento... tener en hogar en el que tu y yo seremos felices...
- ¿Quieres hij...
- No Pablo, no estoy dispuesto a compartirte con nadie, quiero que todo tu tiempo lo inviertas en mí.
La desilusión que sintió Pablo al escuchar las últimas palabras de su pareja fue encubierta por una leve sonrisa, pero que fue percibida por su pareja.
- No te sientas mal amor, no es que no quiera hijos, pero no quiero condenar a un niño a ser discriminado por otros por tener como padres a dos hombres, no quiero que la crueldad infantil provoque que el supuesto hijo que tengamos te desprecie por tu naturaleza, no soportaría verte llorar por eso.
- Pero...
- Más adelante quizá, cuando las leyes de este país nos indiquen que no seremos discriminados en ningún lugar.
- Tienes razón amor, pero...
- Sé que me vas a decir, lo comprendí el día que me confesaste que tu identidad sexual se acerca más al lado femenino y que te gustaría dejar una huella en este mundo educando a un niño amor...
- ¿Cómo sabes que iba a decir eso?
- Porque en el tiempo que hemos estado juntos he aprendido a conocerte para poder complacerte.
- Mmmm quien iba imaginar que detrás de ese cuerpo de infarto y ese rostro seductor encontraría a un hombre tan considerado - dijo Pablo acariciando el torso ya desnudo de su pareja - y te confieso que realmente me excita que seas así conmigo...
- ¿Sí? Entonces, ¿qué te parece si nos damos una ducha y nos preparamos para esa cena en las que nos presentaremos como una pareja formalmente constituida?
Ambos se despojaron de sus ropas y tomaron un largo y reconfortable baño en el cual aprovecharon de unir sus cuerpos en la danza más antigua del mundo.
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