Najib Al Hashem, un joven musulmán que en su último año de universidad conoce a Andro , un chico que le hará a conocer el amor más allá de las tradiciones y creencias con las que creció. Les invito a vivir una historia cuyo punto principal es la lucha de estos dos jovenes adultos por alcanzar la felicidad que según ellos está escrita para ellos

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lunes, octubre 18

Capítulo 19: Volviendo a nacer.

El despertador sonó y Najib se estiró para alcanzar el interruptor de la lámpara en el velador. Observó a su novio que aún dormía y le enterneció mirar aquel rostro que parecía el de un adolescente. Acarició la mejilla de Andro notando el crecimiento de la barba y a pesar de eso sintió que la piel del rubio aún seguía siendo suave. Acercó su boca para darle un beso. El croata se removió y abrió lentamente los ojos encontrando el rostro del moreno sobre él, sus ojos se encontraron y de común acuerdo silencioso se besaron lentamente, sin apuros, disfrutando el momento.
El árabe se posicionó encima de Andro, el cual al sentir el roce del torso de su novio comenzó a excitarse y abrazándolo recorrió la espalda del moreno bajando lentamente hasta llegar a los glúteos los cuales apretó levantando a su vez la pelvis para rozar su recién despertada erección con la de Najib, que emitió un gemido gutural dentro del beso que compartía con su novio. Separaron sus bocas para respirar mientras seguían frotándose

– Ricardo…llegará en…20 minutos – habló el moreno que moviendo sus caderas continuaba la fricción

– Entonces aprovechemos…el tiempo…antes de….que llegue – le respondió el rubio levantando la camiseta de su novio el cual lo ayudó. En un dos por tres estaban desnudos y acariciando sus cuerpos con deseo. Najib se hizo del lubricante que estaba encima del velador y se apoderó ávidamente de la boca de su novio, la cual después de unos breves momentos la dejó para recorrer el apetecible cuello, al cual, Andro le dio acceso al arquear su espalda. Bajó lamiendo, besando y succionando la piel del rubio hasta llegar a los botones rosas los cuales fueron atendidos con veneración.
El árabe siguió su camino hasta llegar al ombligo donde dio una pequeña mordida en las letras que representaban su nombre

– Por favor amor…no me hagas esperar – rogó el rubio

Sonriendo el moreno tomó la erección de su novio y comenzó a masturbarlo y luego de un momento su boca reemplazó las manos. El rubio levantó su pelvis y separó mas sus piernas; discretamente el pelinegro vertió el lubricante en su dedos mientras seguía succionando el pene de su novio y comenzó a dilatar la entrada, introdujo un dedo moviéndolo en circulo, Andro suspiraba y gemía; un segundo dedo siguió al primero buscando aquél lugar que haría que el placer de su amado fuera mayor, rozó la próstata y el rubió dio un pequeño grito de placer

– Hazlo ya….deja de torturarme

El moreno abandonó la succión, buscó una almohada y la puso debajo de las caderas de su novio y separándole bien las piernas comenzó a entrar lentamente en Andro, una vez dentro esperó a que el rubio se acostumbrara a la intromisión y al sentir que su novio movía las caderas comenzó a embestirlo lentamente entrando y saliendo de esa estrecha cavidad que lo volvía loco

–¡Oh sí Najib , así , más! – pedía el ojiazul

Sin aviso retiró su miembro y sorpresivamente volteó a su novio haciendo que quedara en cuatro y volvió a penetrarlo lentamente sacando mas gemidos del hombre que tanto amaba.
Al ver a su ángel así siguiendo los movimientos, despertó su lado lujurioso y comenzó embestirlo tomándolo firmemente de las caderas, perdiéndose entre los gemidos de placer y los sonidos que emitían ambos cuerpos al chocarse entre sí. De pronto abrazó a Andro y levantándolo poco a poco lo dejó sentado y el se apoyó en sus talones. Siguió entrando y saliendo acertando en cada embestida el punto que sabía que volvía loco a su novio y acercando su mano al pene del rubio comenzó a masturbarlo al ritmo de las subidas y bajadas que hacían ambos cuerpos hasta que ambos se vinieron, él dentro del rubio y el croata en su mano, en un orgasmo que los hizo alcanzar el cielo.

– ¡Oh Dios, te amo tanto Najib! – dijo entre gemidos al explotar el rubio

– Hayati, mío, mío Bahebak – respondió Najib abrazándolo en forma posesiva.

Se mantuvieron en esa posición mientras los espasmos post-orgásmicos desaparecían y luego lentamente el pelinegro comenzó a retirar su decreciente erección del interior de Andro levantando las caderas de éste para poder hacerlo.
El rubio al quedar frente a frente de su amado le pasó los brazos por el cuello y acercándolo lo besó lentamente

– Fue increíble, se nota que has estado estudiando – le dijo bromeando

– Te dije anoche que nuestro libro me había dado ciertas ideas – le respondió entre besos y caricias – pero si seguimos así no podremos salir y si es que no me equivoco nuestro amigo ya debió haber llegado porque nos pasamos de los 20 minutos.

– Me ducharé primero mientras esperas para abrirle a Ricardo

– Está bien habib

Mientras el ojiazul se duchaba el timbre sonó y Najib fue a abrir.

–¿Todavía no estás listo? Vaya, vaya parece que recién vienes saliendo de la cama amigo – lo molestó el castaño

–Dormimos una pequeña siesta, espéranos mientras nos arreglamos ¿ok?

– Ok pero no demoren mucho, quiero pasar a comer algo antes de ir a la disco

Una vez ya vestidos el árabe le entregó lo que había comprado a su novio

– Esto es para ti, ábrelo quiero verte

– A ver ¿Qué es? – Andro sacó de la bolsita una pequeña caja y al abrirla se quedó mirando embobado el regalo

–Es hermoso amor, gracias no debiste haberte molestado ¿es un cuchillo? Esto parece una advertencia

– No habib – sonrió divertido el moreno – es una cimitarra árabe y mira aquí en el reverso tiene escrito Bahebak y eso tu ya sabes que significa

–Por supuesto ¿Cómo olvidarlo si siempre lo dices? Te amo, ¿Me ayudas?

El rubio se volteó y Najib le abrochó el cordoncillo y aprovechó de darle un beso en la nuca el cual estremeció a su novio.

–¿Vamos?, Ricardo nos espera en la sala y ya debe estar aburrido

Llegando a la sala, el castaño les sonrió pícaramente y bajaron al estacionamiento para abordar el BMW de Najib para dirigirse a Las Urracas, el lugar donde acostumbraban a cenar antes de ir a bailar.
Al arribar al restaurant se acomodaron en una mesa en la entrada y ordenaron la comida y cervezas para acompañarla.

–¿Puedo preguntarte algo Ricardo?, pero no te molestes –habló el árabe

–Claro amigo dime ¿Qué quieres saber?

– ¿Hay algo entre Pablo y tú?

– ejem – carraspeó el castaño al haber sido tomado por sorpresa – me atrae – se llevó una mano a la cabeza y la pasó por su cabello – esta bien, me gusta y mucho, la verdad es que no sé que me pasa cuando lo tengo cerca, es como si fuera un imán, pero al pensar que se lo monta con cualquiera y cuando he intentado ir más allá con él, se niega el muy estúpido ¡me fastidia!

–¿Has pensado que a lo mejor no se acuesta contigo porque quiere algo más que un simple revolcón contigo?– esta vez fue Andro el que interrogó

– Si fuera así le daría una oportunidad, pero siempre estaría la desconfianza de que me pusiera los cuernos – le explicó el castaño

–¿Sabes lo que pasa amigo?, tu no sabes lo que quieres. Si te hubieras visto la cara que tenías cuando lo viste con su ex uuuuuuyyy, a mi me pareció que estabas celoso

–¿Celoso yo?, ni en broma, menos de él

– Bueno, si tu lo dices, pero te aconsejo que no la embarres, todos merecemos una oportunidad en la vida y si tu no eres el que se la da vendrá otro que se te adelantará, en una de esas hasta vuelve con su ex – le dijo el croata para fastidiarlo

– ¡Eso lo veremos! – respondió sin darse cuenta Ricardo empuñando sus manos

– ¿Terminaron? – preguntó un impaciente Najib – si no nos apuramos, la noche se nos va hacer corta

–Eso es porque ustedes se demoraron haciendo sus cosas – les acusó el castaño

Los tres se levantaron y se acercaron a la caja a cancelar su consumo y saliendo del lugar se dirigieron a la discoteca donde fueron recibidos por un sonriente Luigi que los dirigió a una mesa en la zona VIP. A los 10 minutos el garzón les traía sus tragos los cuales consistieron en un Tom Collins para Andro, una cerveza para su novio y un vodka con limón para Ricardo.

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Cuando Pablo salió de su departamento para dirigirse al Bokhara no se dio cuenta de que era seguido de cerca por un automóvil en cuyo interior se encontraba Eduardo. La llamada que había efectuado al rubio la había hecho desde fuera del departamento del chico.
Al entrar en la disco se dirigió al bar e inmediatamente ordenó un vodka el cual le fue servido al instante. Recorrió el lugar con la mirada y se dio cuenta de la presencia de Ricardo junto a sus amigos sintió retorcerse su estómago cuando la mirada del castaño se cruzó con la de él y rápidamente se dirigió en busca de alguien con quien bailar. Estaba decidido que esa noche no habría nada que lo hiciera entristecer.

–Hablando del rey de Roma, mira quien está en la barra – dijo el árabe

Ricardo cruzó su mirada con la del rubio y quedó paralizado al ver que éste lo ignoró para irse en busca de compañía, siguió observándolo y frunció el ceño cuando Pablo comenzó a bailar sensualmente con un tipo.

–Así dicen ustedes que pueda querer una relación seria conmigo – dijo entre dientes

–¿Se lo has propuesto? – le preguntó irónicamente Najib

–Sabes que no....

–Entonces él no te debe explicaciones de lo que hace, cuando tengas algo con él siéntete con derecho a exigirlas.

La canción terminó y Pablo se dirigió a la barra en busca de otro trago cuando se presentó Eduardo en el lugar.
Decidido a reconquistar a su ex amante, el pelinegro se acercó a él y tomándolo desprevenido lo abrazó desde atrás lo que provocó que el rubio hiciera caer su copa

–¿Qué imaginas que haces? ¡estúpido! –exclamó Pablo

–Abrazándote –le susurró al oído – como a ti te gusta que lo hagan cariño

–¡Suéltame!, mi novio debe estar por llegar – comenzó a forcejear para desembarazarse de aquel abrazo mientras su captor reía

–¿Cuál novio? Si nadie te toma en serio desde que te dejé – le dijo sarcásticamente el pelinegro – Acepta volver a ser mi amante y te juro que haré que te sientas amado como antes

–¡Ni en tus sueños volveré a acostarme contigo desgraciado! Ve a tu casa a cuidar de tu esposa y tu hijo – le respondió el rubio

El forcejeo era presenciado por Ricardo que se debatía por ir a separarlos. No soportaba el mirar que el tipo aquel estuviera tocando a Pablo.

–¿Ese no es el ex de Zalaquet?– le preguntó Najib a su novio

– Si amor y parece que Pablito no está muy contento que digamos con aquel abrazo. Ricardo yo creo que es momento que actúes como un príncipe al rescate ¿no crees? –aprovecha esta oportunidad para acercarte a él.

El castaño sin pensarlo 2 veces se levantó y se dirigió al lugar donde estaba el rubio y su ex forcejeando

–¡Suéltame!, va a llegar mi novio, aunque no me lo creas si lo tengo y te diré que es muy celoso

–Ya te dije que no te creo, tu hermana Nadia me dijo que andas detrás de un tal Ricardo y que éste ni siquiera te toma en cuenta, así que no me vengas con excusas, hoy volverás a ser mío

– Mi novio te dice que lo sueltes – dijo un Ricardo muy serio sorprendiendo al tipo, que soltando a un sorprendido Pablo se volteó a mirar a quien lo había interrumpido

– Ricardo yo…..– dijo el rubio

–Así que éste es el tipo que te tiene babeando, pero tu hermana me dijo que no te tomaba en cuenta….

– Nadia no sabe todo lo que hago con mi vida, Eduardo

– Yo soy Ricardo Gidi, el novio de Pablo ¿Tu quien eres y porque lo estabas forzando?

–Vaya, vaya, otro Gidi más, yo estudié con tu hermano Fernando, muy guapo por cierto aunque lamentablemente es heterosexual. Pero me presento soy Eduardo Blümell y una vez esta preciosura y yo fuimos amantes. Ahora aclárenme una cosa ¿quien se coge a quien?, por lo que tengo entendido Pablo juró que no volvería a ser pasivo cuando me fui ¿no me digas que cambió de opinión por ti? Tu no tienes cara de ofrecer el trasero.– dijo sarcásticamente el ojiazul.
El rubio sintió tanta vergüenza que enrojeció y Ricardo ante esta revelación que lo hizo alegrarse, se acercó a él lo abrazó y mirando al ex le dijo

– No te hablaré detalladamente de nuestra vida sexual, pero te puedo asegurar que me encargué de que Pablo olvidara quien fue el primero ¿cierto amor? – el rubio asintió y el castaño lo besó haciendo que Eduardo se marchara furioso del lugar para alivio de los dos.

Automáticamente se separaron y Pablo ordenó otro vodka el cual se tomó de golpe pidiendo otro más, se sentía nervioso, miró a Ricardo y tímidamente le dijo

–Gracias por todo, pero no debiste haberle dicho que eres mi novio. Ahora se lo contará a Nadia y el lunes llegara a oídos de todos en la universidad…

–Calla – le dijo el castaño poniéndole un dedo en los labios y le miró a los ojos – después nos preocuparemos de eso y lentamente fue acercándose su boca hasta besarlo lentamente saboreando el sabor del vodka en la boca de Pablo, se separaron para respirar y se quedaron mirando a los ojos

– Sácame de aquí –le dijo el rubio mirándolo suplicante

– Voy a avisarle a los chicos que me voy, espera…

–¿Puedo ir contigo?

– Bueno…– le tomó de la mano y se acercaron a donde estaban Najib y su novio bailando – Me voy amigos, nos vemos el lunes en la universidad

El árabe tomándolo del brazo lo llevó a un lado y Andro hizo lo mismo con el rubio.

–Esta vez no metas la pata con él, no lo presiones para que se acueste contigo, deja que nazca de él hacerlo – le dijo el árabe a su amigo

– Esta bien amigo, más ahora que supe algo importante de él

–¿A qué te refieres? –preguntó intrigado el moreno

– Después te cuento ¿ok?

– Ok, nos vemos el lunes y me lo cuentas todo

Mientras que Andro…

– No te olvides de la cena de mañana en el departamento de Najib

– No te preocupes, ahí estaré y gracias por no odiarme, me comporté fatal contigo

– Eso ya está olvidado, ahora vete con Ricardo y sácale provecho a esta noche, no la desperdicies – le aconsejó el croata

– Lo haré, de eso puedes estar seguro, aunque mañana no quiera volver a verme – le respondió el rubio mirando anhelante a Ricardo

– Ten por seguro de que no lo hará, él no es así

– Ojala sea como tu dices, yo no soportaría otro fracaso en mi vida. Hasta mañana y gracias por todo

– Hasta mañana Pablo.

Najib abrazó a su novio y juntos observaron como su amigo se iba con Pablo

–Ojala todo resulte entre ellos, se ven bien juntos – dio el croata

– Inshallah y sea como tu dices habib, ¿quieres seguir bailando?
–¿Qué te parece si volvemos a tu departamento y… – Andro se acercó a su novio sensualmente – seguimos practicando las lecciones de nuestro libro?

– Creo que es una buena idea hobbi, ¿vamos?

Pagaron la cuenta y salieron de la disco rumbo al departamento del árabe.

    

Pablo entró a su departamento seguido de Ricardo, el rubio caminó directamente hacia el bar para servirse un trago pero el castaño lo detuvo

– Por favor, no sigas bebiendo, no lo necesitas

–Tu no sabes…

–Shhhhh, por lo menos no bebas más hoy, quiero que estés lucido para saber más de ti, ven siéntate conmigo para que conversemos – lo tomó de la mano y lo condujo al sofá

–¿Qué quieres saber que ya no sepas ya?

– Cuéntame sobre tu relación con Blümell

El rubio guardó silencio y repentinamente comenzó a relatar

– Lo conocí cuando tenía 17 años y él 23, me deslumbró su sofisticación y me enamoré como un loco pensando que era correspondido – de los ojos del rubio comenzaron a salir lágrimas – Si hubiera sabido que las frases de amor que me decía eran solo para que me entregara a él, no lo hubiera hecho, pero se dio el tiempo para envolverme y tenerme para su diversión por mas de un año. Después que se graduó me comunicó que se iba al extranjero a hacer un post-grado y cuando le pedí que no me dejara que yo lo amaba, que no era nada sin él, ¡El desgraciado me dijo que yo solo había sido un buen polvo!, Todo el tiempo que estuve con él no sirvió de nada ¿sabes? Hasta me aconsejó que lo pasara bien, que el sexo esta para disfrutarlo y que no involucrara sentimientos, que siendo un sentimental jamás llegaría a ser un buen abogado….Me sentí morir, mejor dicho quise morir. Él lo era todo para mí y me hundí en una depresión que me llevó al borde del suicidio

–¿Intentaste suicidarte? – preguntó alarmado el castaño mientras lo estrechaba en sus brazos – ¿Cómo fue, que hiciste?

– Aún vivía en casa de mis padres, me emborraché hasta no dar más, tratando de sacar el valor para hacerlo, rompí la botella de la que estaba bebiendo y corté mis muñecas ¿sabes? todavía recuerdo la expresión en el rostro de mi padre cuando le pedía que me dejara morir, que sin el amor de Eduardo yo no era nada, fue difícil para él, se estaba enterando que su hijo menor era gay y que el hijo de su mejor amigo era el quien me había iniciado. Mi madre lloraba a mi lado mientras me trasladaban en la ambulancia que nos llevó a la clínica donde me suturaron las heridas.
Estuve en terapia psicológica y desde ese momento solo bastaba ver estas cicatrices para recordarme que no debía volver a amar a nadie, comencé a tener aventuras, ya no me ocultaba y mi padre se avergonzó de mí y me compró este departamento para que me fuera de casa, cubre todos mis gastos y caprichos, pero nunca más ha vuelto a mirarme con el amor que lo hacía antes. Nadia a veces me muestra su desprecio y otras veces me acepta, en cambio mi madre es la única que me ama por lo que soy.
Mientras Pablo relataba, el castaño le acariciaba el cabello para confortarlo

–¿ y ahora porqué te busca Eduardo?

–Eso es lo más cómico, después de haberme destrozado el alma, llega después de 3 años a decirme que realmente me amaba y que quiere que sea su amante ¡está casado! Y tiene un hijo

–¿Lo amas todavía? – preguntó Ricardo temiendo una respuesta afirmativa

– No, me costó dejar de hacerlo, pero lo logré – afirmó el rubio

– ¿Bebes desde que te abandonó? –interrogó el castaño apoyando su mentón en la cabeza de Pablo mientras la seguía acariciando

– Sí, pero sólo lo hago cuando me deprimo….

– Tienes que dejar de beber, por lo menos no lleves esa licorera a la universidad, mientras menos tengas a tu alcance la tentación, más fácil será que lo dejes

– No creo que pueda, ya es tarde

– Nunca es demasiado tarde, yo te ayudaré

– Pero….no entiendo tu…– Pablo levantó la cabeza y lo miró a los ojos. El castaño sin más que decir se acercó y le besó tiernamente, el ojiazul le correspondió abriendo su boca dándole paso a su lengua a que explorara su interior, hace tiempo que nadie le demostraba ternura y profundizó el beso anhelando agradar al ojiverde. El beso se volvió más demandante y Ricardo no queriendo presionar al rubio se separó.

Pablo con ganas de más comenzó a desabotonarse lentamente su camisa Lacoste dejando a la vista un torso sin bello y bien formado. El castaño recordando las palabras de Najib, le detuvo las manos

– Eso no es necesario

– Yo quiero, por favor, quédate conmigo y hazme el amor aunque no lo sientas – rogó el rubio – te prometo que no volveré a pedírtelo de nuevo

– Dime antes si es cierto lo que dijo ese tipo sobre tu sabes que…

– Sí, es verdad, no he sido pasivo desde aquel día……hasta hoy – respondió Pablo un poco avergonzado. Esa información fue motivo suficiente para que el castaño lo besara con más determinación y comenzara a acariciarlo más íntimamente.


Tal vez mañana seas solo un recuerdo
Y tal vez mañana seas solo mi ayer...
Ya ves, lo se, el tiempo ira escribiendo
De luz, de fe, las calles del desierto
Que entonces hirieron la piel

Y ahora vez que otra vez puedo entrar en mi ayer
Los recuerdos no matan mi fe
Quiero hablar, quiero ver, quiero estar y quiero ser
Y en tus brazos volver a nacer...

Y ahora ven y tómame
junto a ti yo volveré a nacer...

Tal vez ayer no sea más que un recuerdo
Y tal vez el ayer se borre de nuestra piel...
tal vez, no se, el tiempo me de el tiempo
De hablar, de ver la luz de un sentimiento
El sueño que aun puede nacer.

Y ahora vez que otra vez puedo entrar en mi ayer
Los recuerdos no matan mi fe
Quiero hablar, quiero ver, quiero estar y quiero ser
Y en tus brazos volver a nacer...
Y ahora ven y tómame
junto a ti yo volveré a nacer...

Y ahora vez que otra vez puedo entrar en mi ayer
Los recuerdos no matan mi fe
Quiero hablar, quiero ver, quiero estar y quiero ser
Y en tus brazos volver a nacer...

Tal vez, tal vez...
los recuerdos no matan mi fe...
Talvez, tal vez
y en tus brazos volver a nacer..
Tal vez, Tal vez

Ricardo besaba, lamía y succionaba el cuello de Pablo, aprovechando que la camisa del rubio ya estaba desabrochada comenzó a deslizarla lentamente hacia abajo. El ojiazul con los ojos cerrados emitía pequeños gemidos mientras ayudaba a desvestirse al castaño. Las prendas fueron despojadas una a una y besándose caminaron hacia el dormitorio del rubio donde se dejaron caer en la cama mientras se rozaban frenéticamente.

–¿Tienes lubricante o algo que sirva para dilatarte? No quiero lastimarte, ha pasado mucho tiempo para ti

– Espera – Pablo se levantó y se dirigió al velador de donde sacó un tubo y un par de preservativos y se los entregó a su ahora amante, el cual se encontraba embobado admirando el cuerpo del rubio bajo los efectos de la luz, un torso totalmente bien formado, con pectorales y abdominales marcados, unas piernas fuertes y nalgas hermosas, lo atrajo hacia el y besó lentamente aquél cuerpo que se ofrecía sin condiciones, lo depositó lentamente en la cama acomodándose entre las piernas del ojiazul para volver a apoderarse de su boca, explorando con su lengua cada rincón, con las manos recorrió los brazos del rubio hasta llegar a las muñecas en donde detectó las cicatrices, se incorporó y atrayendo las dos muñecas hacia si besó las cicatrices haciendo que Pablo jadeara incrédulo.

Volvió a besarlo vorazmente y comenzó a recorrer el cuerpo del rubio con besos, lamidas y pequeños mordiscos. Esa noche borraría todas las huellas del pasado de Pablo y dejaría marcada las suyas, succionó los pequeños pezones rosas deleitándose con su sabor, siguió camino mas abajo hasta llegar al ombligo al cual introdujo la lengua mientras que con sus manos apretaba la piel de los costados, salió de la hendidura y siguió lamiendo hasta que llegó a la ingle, se incorporó y tomando una de las piernas comenzó a besarla hasta llegar a los muslos, proceso que repitió con la otra. Luego tomando la erección del rubio comenzó a acariciarla de arriba abajo y depositó un húmedo beso en el glande en el cual se encontraba el líquido preseminal. El ojiazul gemía, se sentía un ave fénix renaciendo de entre sus cenizas

–Por favor Ricardo… hazlo – rogó Pablo

El castaño introdujo la erección del rubio por completo dentro de su boca y comenzó a succionar de arriba abajo mientras que a la vez masajeaba los testículos con una de sus manos, luego cuando vio que Pablo ya no daba mas se incorporó y abriendo el tuvo de lubricante comenzó a preparar la entrada del rubio introduciendo primero un dedo que movió en círculos, luego introdujo un segundo y luego un tercero. Pablo abría más sus piernas para darle acceso y gemía sin contenerse

–Por favor, hazlo ahora, ¡tómame!

Ricardo se puso un preservativo y posicionando su glande en la entrada del rubio comenzó a penetrar.

– Dios, estás estrecho – le decía a medida que avanzaba

–Hazlo de una sola vez, por favor

El castaño obedeció y penetró en una embestida que hizo gritar al rubio

–Sigue, hazlo, no te detengas

– Te va a doler

–No importa, solo sigue, por favor –suplicaba Pablo

Ricardo comenzó a embestir mientras que con una mano llevó una pierna del rubio a su hombro, otro grito le indicó que estaba acertando en el punto de placer máximo y llevando las dos manos a las caderas del ojiazul las levantó para seguir las embestidas que se fueron tornando mas fuertes, Pablo gemía y se retorcía de placer y el castaño no recordaba haber vivido un momento tan sublime como ése. De pronto el rubio bajó su pierna y le dijo a Ricardo

– Quiero estar arriba, acuéstate

El castaño lo obedeció sin replicar y el rubio se montó a horcajadas sobre el y tomando el pene del ojiverde lo guió hacia la entrada de su ano empalándose de una sola vez lanzando un grito mezclado de dolor y placer.
Ricardo lo tomó de las caderas y lo ayudaba a subir y bajar mientras los dos gemían, cuando sintió próximo su orgasmo el castaño se apoderó de la erección de Pablo y lo masturbó hasta que ambos explotaron entre gritos.
El castaño al abrir los ojos descubrió el rostro de su ahora amante lleno de lágrimas y lo atrajo hacia él y lo abrazó, luego lo tumbo hacia un lado para poder salir de su entrada y retirar el preservativo, pero cuando fue a hacerlo se encontró manchado de sangre

– ¡Dios!, te hice daño, perdóname

– No me hiciste daño, yo lo quise así,

– Ven, vamos a la ducha, ¿tienes algo que sirva para curarte?

– No, no tengo nada, pero si hay difexón y analgésicos.

Ricardo ayudó al rubio a llegar al baño, abrió la ducha y temperó el agua, ayudó a Pablo a entrar a la ducha. El rubio se relajó al sentir el agua cálida cayendo sobre su cuerpo despojándolo de los últimos vestigios de su doloroso pasado.
El castaño fue por toallas y cuando entró a la ducha vio como se juntaban manchas rojizas en la cerámica blanca a los pies de Pablo, esto lo hizo alarmarse.

–Debes salir, sigues sangrando

– No te preocupes, ya pasará, solo hay que poner una crema cicatrizante – respondió sumisamente el rubio saliendo de la ducha cogió una toalla y comenzó a secarse, Pablo aprovechó el momento y se dio un baño rápido para poder curar al rubio

–¿Dónde tienes sábanas limpias? – preguntó Ricardo buscando en el armario

– En la puerta de la izquierda, tercer cajón, y arriba está el cobertor a juego

Ricardo procedió a cambiar las sábanas mientras que Pablo buscaba algo con que curarse, encontró un poco de povidona y crema cicatrizante

– ¿Me ayudas? – dijo un poco avergonzado

– Claro – y tomando algodón el castaño procedió a limpiar el área afectada – necesito algo para introducir adentro. El rubio fue por palitos de algodón y el ojiverde comenzó a introducirlo con crema cicatrizante – Creo que es mejor que llamemos a un médico

– No es para tanto, es solo que hace mucho tiempo que no lo hacía y hoy fui un poco rudo

– Por ahora me conformo con lo que me dices, pero si te empiezas a sentir mal me avisas, y te llevaré a un médico ¿entendiste?. Para la próxima vez, no dejaré que te subas arriba

–¿Habrá una próxima?

– Sí y ten por seguro que no será como hoy…..será mucho mejor. Ahora durmamos que tengo que preparar un parcial mañana

– Esta bien, yo mañana tengo una cena….

–¿Dónde?– preguntó el castaño con desconfianza

– En el departamento de Najib, su hermana y su novio me invitaron

–Entiendo, ahora descansa yo estaré aquí cuando despiertes – Ricardo le dio un beso tierno en los labios, apagó la luz de la lámpara y abrazando a Pablo juntos se quedaron dormidos.



                                                  ****************************


Entre besos y caricias el árabe y su novio entraron al departamento, Tratando de no hacer mucho ruido para no despertar a Zahra. Se dirigieron directamente al dormitorio y encendiendo la luz se dejaron caer en el lecho.

–¿Una ducha? – preguntó Andro

–¿Juntos?

– Por supuesto – contestó el rubio

Se despojaron de la ropa que quedó amontonada a los pies de la cama y entraron al baño, Najib reguló el agua y los dos ingresaron a la ducha, comenzaron a enjabonarse el uno al otro y sin pensarlo, ese simple acto de limpieza se convirtió en un juego erótico inolvidable
El croata tomando la iniciativa comenzó a besar a su novio y éste sorprendido le respondió tomando el control del beso. El rubio abandonó la boca y comenzó a besar el cuello hasta bajar a los pezones oscuros del árabe, siguió el camino de bello hasta llegar a la creciente erección del moreno y sin esperar la engulló y comenzó a succionar y lamer de arriba abajo, dando pequeñas mordidas en el glande sacando ahogados gemidos de su novio. Sin poder aguantar más y a la vez sin querer venirse, el árabe salió de la boca de Andro y comenzó a hacer lo mismo con el rubio, con la diferencia que volteándolo y haciéndolo inclinarse comenzó a lamer la entrada del ojiazul a la vez que atendía con la mano su erección.
Miles de sensaciones recorrieron el cuerpo del rubio

– Najib, tómame ahora por favor

–No habib, te tomaré en mi lecho, donde perteneces – el árabe cortó el agua y envolvió a su pareja en una toalla para que éste se secara – ve a la cama. El también se secó y aproximándose a su amado que lo esperaba ya tendido entre las sábanas le separó las piernas y comenzó el ritual de preparación. Besos, caricias, palabras de amor, hasta que una vez dilatada la entrada del rubio comenzó a penetrarla lentamente mientras que Andro gemía y lo abrazaba instándolo a seguir, comenzó a embestir y no contento con eso se arrodillo ayudando a levantarse a su novio quedando frente a frente. Comprendiendo el deseo de su novio, el rubio comenzó a cabalgar lentamente subiendo y bajando. La sensación de sentirse completamente lleno le abrumó y aceleró los movimientos, su pene era estimulado por el roce de ambos cuerpos y el árabe besaba su boca vorazmente, dejándola brevemente para murmurar frases de amor las cuales el respondía. Sabiendo que su cuñada estaba en la habitación de al lado, el ojiazul trataba de ahogar sus gemidos apretando los labios, pero al sentir su orgasmo cerca no pudo contenerse

– ¡Ahhhhhh!! Por Dios!!!!! – y sin querer mordió el hombro de Najib para ahogar el grito, pero el árabe desvergonzadamente sin importarle que lo escucharan lanzó un gruñido parecido al rugido de un león en el momento que alcanzó el clímax

Sin poder contenerse Andro comenzó a reír divertido

– Amor, mi león – le molestó sin esperar a que el árabe se recuperara – más tarde no sé cómo podré mirar a tu hermana a la cara

– De la misma forma que lo hiciste la vez que te vió desnudo y con mi virilidad entrando y saliendo de ti – le respondió Najib , el rubio se sonrojó y lo abrazó.

El moreno se levantó de la cama y ayudó a su novio a salir y juntos fueron al baño a asearse para luego volver a acostarse. Andro se acomodó entre los brazos de su amado y exhalando un suspiro…

– Soy tan feliz contigo amor, que me da miedo que esto se termine

– No se terminará habib, jamás te dejaré, he estado pensando en no esperar a fin de año para decírselo a mis padres, lo haré al finalizar el semestre ¿Te sientes preparado o es muy pronto?

–¿Para que salgas del armario delante de tus padres?

– No habib, para que vivas conmigo, para hacer una vida en común, dormir y despertar juntos, el decírselo a mis padres será para desligarme del compromiso. Tú eres lo único que quiero a mi lado

– Yo no sé que decir….

– Piénsalo, no te digo que el vivir juntos sea inmediatamente, sé que adoras tu independencia y apenas estás adaptándote a mis tradiciones, tómate todo el tiempo que quieras para meditarlo, pero sueño que cuando reciba los últimos certificados a fin de año, ya estés viviendo conmigo

– Lo pensaré amor, pero tendríamos que buscar otro lado, me sentiría incómodo tener que aguantarme los gemidos para que no me escuche tu hermana.

– Compraré otro departamento ¿te parece? – ofreció Najib

– ¿Te molestaría si lo compramos a medias?

– Tu sólo dame el sí y comenzamos a buscar donde vivir

– Tú te encargas de conseguir el lugar, yo veo la decoración – propuso Andro

– Mmmm ¿y si no me gusta la decoración?

– Será similar a la que tienes acá, pero con mis toques personales

– Eso quieres decir que aceptas ser mi compañero de vida ¿cierto? –preguntó el árabe

– Sí, acepto. Seré tu compañero, tu amante, todo lo que tú desees

– Quiero todo eso y más, ruego que este país se modernice y aprueben pronto la unión legal del mismo género…

– Aunque nunca llegue ese día Najib, yo siempre te consideraré como mi marido en todo el sentido de la palabra – le dijo ruborizándose, el árabe lo abrazó y lo besó

– Supongo que tendremos que hacerle una visita a mi amigo Benjamín para encargar los anillos – dijo el moreno – ¿Qué te parece el lunes en la tarde? Así el martes cuando conozca a tu familia llegarás como un hombre totalmente comprometido – agregó sonriendo

– Como tú digas amor, ahora durmamos por favor, estoy agotadísimo y mañana tendré que ayudar a mi cuñadita a preparar la cena

– Tú no preparas nada, yo encargaré la cena a un servicio de banquetería

– Esta bien, si tu quieres….

– Si, asi lo quiero, ahora duerme habib, hoy has ejercitado mucho – dijo pícaramente el moreno

– Hasta mañana amor

– menshufac bukra habib.

Ambos se fueron quedando lentamente dormidos con una sonrisa en sus labios, desde ese momento serían uno para toda la vida.



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