Najib Al Hashem, un joven musulmán que en su último año de universidad conoce a Andro , un chico que le hará a conocer el amor más allá de las tradiciones y creencias con las que creció. Les invito a vivir una historia cuyo punto principal es la lucha de estos dos jovenes adultos por alcanzar la felicidad que según ellos está escrita para ellos

Tu hora

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lunes, octubre 18

Capítulo 20: Después de lo dulce... Un toque de amargura.

Ricardo se despertó poco a poco, mirando a su alrededor recordó donde y con quien estaba; giró la cabeza y observó al hombre que dormía a su lado rememorando la noche pasada. Sin querer, acercó su mano al rostro de Pablo y lo acarició delineando su perfil, el rubio se removió y abrió lentamente los ojos. Ambas miradas se conectaron y en un impulso el castaño se fue acercando lentamente y lo besó de forma tierna.


– Buenos días ¿Cómo te sientes?

– Mmmmm hace mucho tiempo que no me sentía tan bien – ronroneó el ojiazul –¿Qué hora es?

Ricardo alargó la mano hacia el velador para mirar su reloj

– Las once y media de la mañana

– Hemos dormido harto – contestó el rubio

El timbre de la puerta de entrada los interrumpió

– ¿Esperas a alguien? – preguntó el castaño sin poder disimular un poco de molestia

– La verdad es que no, generalmente nadie viene a esta hora

– Entonces levántate y abre esa puerta, no vaya a ser que sea algo de importancia

Pablo al intentar levantarse sintió un agudo dolor en su parte trasera lo que le hizo emitir un pequeño gemido y al tratar de acercarse al lugar donde estaba su bata lo hizo cojeando un poco por la molestia que sentía.

Ricardo al percatarse de esto le dijo

– Atiendes a quien sea y nos vamos a la clínica para que te vea un médico y no voy a aceptar que te niegues. Debiste parar anoche cuando sentiste dolor

– Bueno, como tú quieras – le respondió el rubio que estaba sin ánimos de discutir, se vistió con la bata de seda que le llegaba hasta la mitad de las piernas, salió del dormitorio en dirección a la sala.

Abrió la puerta y se encontró con que Nadia era la que tocaba el timbre tan insistentemente.

– Buenas hermanito ¿te desperté?

– No, no me despertaste, mas bien me interrumpiste como siempre lo haces ya que ese es tu papel en mi vida, importunarme ¿A que se debe el milagro de que te aparezcas en mi humilde hogar? – le respondió sarcástico

– Tranquilo Pablito ¿me dejas entrar? No creo que quieras que tus vecinos te vean así medio desnudo – le dijo la rubia de igual manera

Su hermano la dejó entrar y la chica se sentó en uno de los sillones

– ¿No me ofrecerás un café?

El ojiazul se dirigió a la cocina y conectó la cafetera, cogió de unos de los estantes el café molido e inició su ritual personal de preparación de café.

Ricardo al escuchar que la voz en la sala era de Nadia se incorporó y se fue a al baño a darse una ducha, luego se vistió y esperó el momento adecuado para poder salir. Sabía que la presencia de la rubia a esa hora en el departamento de su ahora amante no era bien recibida.

–¿Cuál es el motivo de tu repentina visita hermanita? – preguntó el rubio

– Vine para que me confirmaras personalmente lo que me dijo Eduardo ¿Es cierto que estás saliendo con Gidi?

– No creo que eso te importe Nadia, lo que haga con mi vida no es de tu incumbencia – le respondió el rubio de forma seria desde la cocina

– Ahhh entonces es cierto ¡Como se te ocurre meterte con él! ¿Quieres repetir de nuevo la historia? – le reclamó su hermana

– ¡Eso a ti no te importa!

– Claro que me importa, aunque no lo creas si me importas, por eso cuando Eduardo recurrió a mi para poder hablar contigo le di tu dirección y tu teléfono

– ¡No debiste haberlo hecho! – le reclamó el rubio – Sé que me crees un inmoral por ser gay, pero nunca y escúchame bien, nunca tendría algo con un hombre casado ¿entiendes?.A diferencia de ti hermanita, yo sí tengo principios

– ¿Principios tu? No me vengas con esas, si los tuvieras no andarías revolcándote con hombres

– Pero lo hago con hombres que no tienen compromisos y no como tu, que lo has hecho hasta con los esposos de tus amigas, no eres quien para venir a criticarme, porque en inmoralidad tu me llevas la delantera.

– Bueno, en todo caso vine aquí para saber si era cierto – contestó la rubia tratando de cambiar de tema, en el fondo su hermano tenía razón (pensaba)

– No creo que te importe saberlo – le respondió Pablo –Además no sé porque te preocupas tanto

– ¿Quieres saber porqué? Porque de nuevo te volviste a enamorar hermano y sé que pasaría si sufrieras otro abandono – la rubia se fue acercando poco a poco a su hermano y le acarició el rostro – mi mamá no soportaría ver que de nuevo quieres morir ¿entiendes?.

Pablo sin encontrar palabras para responderle a su hermana ya que jamás esta había mostrado preocupación por él se alejó de ella.

– Creo que no debes preocuparte por eso, jamás volveré a hacer lo que hice

– ¿Estás seguro de lo que dices?, Hermano ya no vives en nuestra casa y nosotros no estaríamos ahí por si algo te pasara y tu puedes estar asegurándome ahora que no volverás a hacerlo, pero ¿y si ese engreído te deja por alguien más, lo soportarás?

– Claro que puedo superarlo, así como superé lo de mi ex

– ¡pero antes de superarlo intentaste suicidarte! A eso me refiero

– No le des mas vueltas a ese asunto, además ya no soy el mismo mocoso que era, tenía casi 19 años ahora ya tengo 22 y he madurado

– Pero tu psicólogo opinó lo contrario, admítelo hermano, eres depresivo y si algo te hace daño, siempre vas a tener la misma reacción.

Ricardo escuchaba y cuando la rubia hizo notar el amor de Pablo por el, no pudo evitar sentir una pizca de culpabilidad ya que el no sentía lo mismo por el rubio.

– ¿Eso es todo lo que tienes que decirme Nadia, o vienes para algo más? – le preguntó Pablo a la vez que le extendía una taza de café

– No vine solamente a eso querido hermano, también vine a desahogarme y a que me ayudes a como separar a mi jeque de ese entrometido rubio – le dijo la rubia mirándolo con una mirada maliciosa

– No cuentes conmigo nunca más para eso – respondió inmediatamente Pablo sabiendo que probablemente Ricardo escuchaba lo que ellos hablaban

– ¿Y porque no?

– Porque tienes que entender que ellos dos están enamorados, además si te soy sincero si Najib ya tuvo sexo con Andro y salió del armario sin preocuparle lo que dijeran de él, es porque no encontraba total satisfacción en las mujeres hermana. Hasta un bisexual disfruta más el sexo con los hombres que con las mujeres

– Eso a mi no me importa, yo sé que puedo reconquistarlo de nuevo – le respondió su hermana

– Entonces no pierdas el tiempo solicitando mi ayuda, entiende soy gay, yo mas que nadie los entiendo

Nadia se levantó enfurecida ante lo dicho por su hermano y colocándose sus anteojos de sol se dirigió a la puerta de salida

– Eres un traidor, No vengas a mi cuando ese estúpido que tienes por amante te deseche, porque seré la primera en darte algo filoso para que te cortes las venas y desaparezcas de este mundo. Tú ya no eres mi hermano.– y salió del departamento dando un fuerte portazo.

Pablo se quedó cabizbajo y cojeando se dirigió al ventanal, lo abrió y salió al balcón, se apoyó en la orilla y miró hacia abajo para observar como su hermana subía a su auto. Se enderezó y un par de lágrimas salieron de sus ojos recorriendo sus mejillas.
Ricardo al percatarse que Nadia se había retirado, salió del dormitorio y observó como el rubio se apoyaba en el balcón. Instintivamente avanzó rápidamente hacia el ventanal, pero al ver que Pablo se enderezaba se quedó mas tranquilo. Lentamente se fue acercando hasta que llegó a su lado y lo abrazó.

– No vale la pena que llores por ella – le dijo susurrando

– Lo sé, pero igual duele que te digan ciertas cosas

– Está en ti no darle la razón a ella. Pablo, nadie sabe que nos depara el futuro; hay relaciones que funcionan y se mantienen en el tiempo; Otras simplemente se acaban apenas comienzan porque los involucrados no tenían tanta afinidad. Si se diera que nosotros no nos llevemos bien y hubiera un rompimiento, quiero que me prometas…– le tomó de la barbilla para mirarlo a los ojos – que no tomarás una decisión tan drástica como suicidarte ¡prométemelo! – le exigió el castaño

– No te preocupes, no haré nada de eso, ya aprendí la lección…

– ¡Promételo! – le volvió a exigir Ricardo

– Está bien, lo prometo – aseguró el rubio

– Ahora, ve a arreglarte para que vayamos a ver un médico

– Es que me da vergüenza….

– A ver – Ricardo tomó su móvil y marcó un número, le contestaron del otro lado y luego colgó satisfecho – Tengo un amigo que está haciendo su práctica en la unidad de emergencias de una clínica y ahora está de turno, te llevaré para que él te revise ¿ok?

– Lo que tú digas – aceptó el rubio sumisamente ya que en realidad la molestia que tenía en su parte trasera era muy intensa.

Después de arreglarse ambos chicos salieron del departamento para dirigirse a la clínica. Cuando llegaron el castaño volvió a marcar el número de su amigo y este le indicó que pasaran por la recepción y realizaran los trámites necesarios para la atención. En el momento en que la recepcionista le preguntó a Pablo sobre el motivo de la consulta, este se ruborizó y su ahora pareja dijo que se sentía mal del estómago desde la noche anterior, el rubio agradeció el gesto con una sonrisa y presentó su credencial de salud. La secretaria le comunicó el costo de la atención y al sacar su tarjeta de crédito para cancelar Ricardo se lo impidió, entregando su propia tarjeta a la señorita que los miraba de forma inquisidora al ver tal despliegue de servilismo.
En ese momento se presentó el amigo del castaño el cual al preguntar si el trámite ya estaba listo a la secretaria, los hizo entrar a la consulta.

– Hola – se presentó el médico – mi nombre es Felipe Jáuregui y soy amigo de este bueno para nada – señalando a Ricardo sonriéndole – me gustaría que me dijeran porque quieren tanta privacidad para atenderse

– Es que… – avergonzado, el rubio no sabía como explicar el problema

Ricardo al ver al rubio avergonzado decidió ser el que explicar el motivo

– Mira Felipe, la verdad es que es un poco complicado de explicar; Pablo y yo somos pareja y anoche tuvimos relaciones. El hacía tiempo que no era pasivo y se nos pasó un poquito la mano…. El terminó sangrando y aún está adolorido. Por eso vinimos, para que pudieras revisarlo ¿entiendes?

– Wow – dijo el doctor – jamás me imaginé que alguien vendría a mí con esta clase de problema, pero ¿no pudiste tratarlo mejor?

– La verdad es que lo preparé y lo lubriqué pero el después quiso llevar las riendas y se montó de una sola vez y el resto ya te lo puedes imaginar – se defendió el castaño un poco incómodo por la situación.

Después de eso Felipe procedió a revisar al rubio diagnosticándole un pequeño desgarro y al cual recomendó baños de asiento con agua templada para relajar el esfínter anal interno, aplicación de pomadas anestésicas y cicatrizantes, analgésicos, laxantes y un antibiótico suave para evitar una infección

– Ricardo, te recomiendo que tengas paciencia porque tu pareja no podrá practicar sexo anal por un tiempo.

– No te preocupes, la tendré – le contestó el castaño

– Y tu Pablo, no bebas alcohol mientras estés tomando los antibióticos, recuerda que son por 7 días.

– Gracias Felipe y disculpa por todo – contestó el rubio tímidamente

– Traten de no ser tan efusivos para la próxima vez – recomendó el doctor a lo que ambos chicos se ruborizaron avergonzados.

Se despidieron del médico y se dirigieron a una farmacia a comprar lo que había recetado el amigo de Ricardo.
Llegaron al departamento del rubio y Pablo le propuso al castaño el almorzar juntos y éste aceptó. El rubio sorprendió a su amante preparando lasagna con salsa blanca, y una ensalada césar, de postre preparó macedonia de frutas con crema.

– Nunca me imaginé que fueras buen cocinero

– Gracias, aprendí de la cocinera de la casa de mis padres, a veces me escapaba a la cocina y ella me enseñaba, decía que un hombre tiene que aprender de todo.

–¿A qué hora es la cena?

– A las 7 de la tarde, aún quedan 4 horas – respondió el rubio mirando su reloj

– Entonces será mejor que me retire para que tengas tiempo de hacer tus cosas, yo tengo que prepararme para un parcial que tengo mañana

– Entonces te acompaño

Los dos se levantaron y al llegaron a la puerta

– Gracias, estuvo muy rico el almuerzo – le dijo el castaño y acercándose lo besó en los labios

– Gracias a ti por acompañarme

– Te llamaré mas tarde, recuerda que no debes beber porque estás tomando antibióticos, Najib te ofrecerá ese licor que le mandan de no sé donde, así que por favor no aceptes ¿ok?

– Está bien, no te preocupes, además quiero estar pronto recuperado – le dijo Pablo pícaramente

– Todo depende de que sigas las instrucciones de Felipe – le contestó el castaño abrazándolo – Ahora no te quito mas tiempo y me voy, por cualquier cosa que pase me llamas ¿ok?

– Sí, no te preocupes – ambos chicos se dieron un beso lento y tierno, el rubio abrió la puerta y Ricardo salió dándole un último beso antes de caminar hacia el ascensor. Pablo cerró la puerta y suspiró. La noche había terminado mejor de lo que esperaba, pero no quería ilusionarse en vano.

Ricardo salió del ascensor y el conserje del edificio le saludó desde su puesto, se dirigió a las puertas de transparentes y sin querer dirigió su mirada al otro lado de la calle donde había un BMW de color blanco de donde venía descendiendo el ex de Pablo, inmediatamente volvió a entrar en el edificio y abordó el ascensor, llegó al departamento del rubio y tocó el timbre. Pablo abrió sorprendiéndose del regreso del castaño

– ¿Qué pasó?

– Ve por las llaves de tu auto, vamos a mi residencia a buscar ropa para cambiarme, esta tarde no te dejo solo – le contestó el castaño sorprendiéndolo

– Pero no entiendo…

– Tu ex está allá abajo, no quiero que me vea salir para que luego te venga a molestar, no estás en condiciones físicas para soportarlo ¿no crees?

– Pero me hubieras avisado por teléfono, yo no habría abierto

– ¿Quieres venir o no? O prefieres conversar con él – le acusó el castaño

– No, voy contigo – Pablo se puso una chaqueta, cogió las llaves del auto y salió del departamento junto a Ricardo

Una vez en la salida del edificio el rubio le pasó las llaves a su amante, el no se sentía en condiciones de manejar. Cuando Eduardo los vio, el castaño le abrió la puerta del auto al rubio y lo ayudó a sentarse, Pablo no pudo disimular que lo dolía al sentarse y Ricardo lo besó en los labios, rodeó el auto y se subió, encendió el motor y salió del estacionamiento bajo la atenta mirada de Blümell.
Llegaron a la residencia, donde el castaño invitó a Pablo a conocer su habitación, preparó 2 mudas de ropa, sus libros, sus artículos personales de limpieza y salieron rumbo al departamento de Pablo
Una vez ahí el rubio llamó a Andro preguntando si podía ir a la cena con Ricardo, lo cual fue aceptado y así se dedicaron a hacer sus cosas en espera de que llegara la hora de partir.


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Cuando Andro despertó, Najib aún dormía. Se levantó lentamente tratando de no despertarlo y entró en el baño para darse una ducha. Salió y se vistió de la misma forma silenciosa con la que se levantó y abriendo la puerta salió del dormitorio.
Zahra se encontraba en la cocina y cuando lo vio inmediatamente le sirvió una taza de café

– Anoche un par de tortolitos me despertó – molestó la morena

– Ya no molestes, mira que tratamos de no hacer tanto ruido

– Llegaron temprano, ¿Qué pasó?

– Nos encontramos a Zalaquet en la disco y Ricardo se fue con él

– Vaya, vaya, parece que las cosas van rápidas por ese lado – observó Zahra

– Yo diría que van lentas, lo tu hermano y yo fue mas rápido ¡jajajaja!

– Es que entre ustedes no habían rivalidades anteriores

– Tienes razón cuñada – reconoció el rubio – ¿Has pensado en el menú de la cena?

– Quiero preparar algo típico árabe ¿me ayudas?.......

En ese momento un soñoliento Najib la interrumpió

– Zahra, llama al Alibabá y encarga un menú para 10 personas

– ¿Porqué tanto? – preguntó la chica

– Porque seguro vendrá Max, y si todo salió bien anoche entre Pablo y Ricardo en una de esas vienen juntos, hay que adelantarse por si acaso ¿no crees?

– Tienes razón.– La morena tomó el teléfono, hizo el pedido el cual se lo llevarían a las 6:30 de la tarde

Después que Najib se hubo arreglado y hecho sus oraciones, los tres salieron a almorzar comida italiana. Estaban llegando al departamento cerca de las 5 de la tarde cuando Andro recibió la llamada de Pablo para preguntarle lo de invitar a Ricardo

– Que te dije – le recordó Najib a Zahra

– Bueno, tú conoces mas a tus amigos que yo – observó la morena

Pasaron la tarde ordenando el departamento y sin darse cuenta ya estaban tocando a la puerta la persona que les llevaba la comida. Después de recibirla todos se fueron a arreglarse para la cena.
A las siete en punto Ricardo y Pablo hicieron acto de presencia. Najib les abrió la puerta y los hizo pasar a la sala donde les ofreció un aperitivo.

– Solo un zumo para mi – dijo Pablo.

El árabe alzó una ceja incrédulo y fue a la cocina por el zumo. Al regresar sintió el timbre y volvió a abrir la puerta dando paso a Max que llegó con un maceta de orquídeas. Zahra se acercó a su novio y éste le entregó el regalo.

– Oh Max gracias, son hermosas – dijo la morena abrazándolo. El judío la besó tiernamente en los labios.

– La maceta te la envía mi madre ¡Ah! y esto también – Max le entregó un libro de instrucciones de cómo cuidarlas

– La llamaré para agradecerle – Zahra besó a su novio y se fue a llamar a su suegra

Se hizo un breve silencio en la sala, todos se miraban. Max y Najib se sentían extraños al estar compartiendo el ambiente con Pablo. Cuando la morena regresó los invitó a la mesa que estaba ya servida.
Pablo era un chico con clase, pero reconoció ante los demás que jamás en su vida había probado la comida árabe. Le extrañó que no hubiera cubiertos en la mesa. La hermana de Najib puso frente a cada uno una fuentecita para que lavaran sus manos las cuales secaron con una servilleta de tela. Zalaquet observó los movimientos de la morena al comer y tímidamente tomó el pan pita, lo trozó y fue comiendo ayudado con los dedos. La sensación fue única y cerró los ojos para disfrutar más el bocado. Ricardo se le quedó mirando y no daba crédito a que el rubio gozara con algo tan sencillo como era el comer.

– Bueno chicos – rompió el silencio Zahra – esta cena la organizamos Andro y yo, con la ayuda de mi hermano por supuesto, ya que nos prestó el departamento… Para darle la bienvenida a nuestro grupo a Pablo y ofrecerle nuestra amistad….– declaró la morena sonriendo.

Pablo no daba crédito a lo que dijo la chica y fue mirando uno a uno los rostros de todos, los cuales daban por cierto dicha bienvenida

– La verdad es que no sé que decir, me has sorprendido – dijo el rubio saliendo de su estupor –… Gracias, y claro que me gustaría ser su amigo.

Ricardo sonrió ante esto y disimuladamente le dio su apoyo acariciando su mano.

– Entonces esto hay que celebrarlo – dijo Najib levantándose de la mesa – y lo vamos a hacer con un Arak

– Ya saliste con eso – dijo Ricardo – la última vez que lo tomé estuve con dolor de cabeza por 3 días – bromeó el castaño

– Sólo es una copita para celebrar – se justificó el árabe – y sacando de la vitrina los vasos les fue sirviendo hasta llegar donde Pablo el cual declinó el ofrecimiento.

Si los demás se extrañaron que el chico no bebiera en ese momento, lo disimularon. Después del postre la morena les invitó a tomar el café a la sala, Najib sin poder disimular su curiosidad se aproximó a Ricardo para decirle que necesitaba hablar con él en privado.

– Ujti, ¿serías amable y nos llevas el café a mi dormitorio Min fadlik

– Como quieras hermano – respondió esta

Una vez dentro del cuarto los dos chicos se sentaron, el árabe en la cama y Ricardo en la silla del escritorio

– Cuéntame ¿Cómo te fue anoche? – preguntó Najib

– La verdad es que fue una noche reveladora…

– ¿Hubo sexo? – indagó el moreno

– Sí amigo, lo hubo y fue genial

– y ahora ¿son pareja?

– Somos amantes, no pareja formal – le respondió el castaño – aunque todos pensarán que el y yo somos novios ya que anoche yo le dije a su ex que soy el novio de Pablo para sacárselo de encima y esta mañana la presencia de Nadia en el departamento me confirmó que mañana eso será un secreto a voces en la universidad.

– ¿Y que piensas hacer al respecto?

– Por el momento lo dejaré así, por lo menos así estaré seguro que el chico no tendrá aventuras.

– ¿Y tu las tendrás? – preguntó Najib un poco molesto con su amigo

– Estamos hablando de él – respondió el castaño

– O sea que quieres que él te sea fiel, pero tu no estás seguro de que lo serás, dime ¿el sabe que solo lo ves como amante y no como algo más? – preguntó el árabe

– No le ofrecí formalizar, además ayer fue la primera vez que estuvimos juntos y solo le dije que volvería a repetirse.

– Entiendo, pero dime ¿porqué Pablo me rechazó el trago?

– Uffff, eso sí que está complicado de explicar…. Está tomando antibióticos

– ¿Está enfermo?

– No, no es eso….. es que se nos pasó un poco la mano y el sexo anoche fue un poco rudo….

– La verdad es que no entiendo… – dijo el árabe intrigado

– Pablo desde hace más de 3 años que no era pasivo y aunque lo preparé y lubriqué bien… bueno tu sabes, a veces cuando las cosas se vuelven apasionadas…

– ¿Me estás diciendo que lo dañaste, que tuvo desgarros y esas cosas? – preguntó Najib sin poder creer lo que estaba escuchando – por Allah sadiq, ¿no pudiste ser un poco mas cuidadoso?

– No todos somos expertos amantes como lo eres tu amigo – se defendió Ricardo

– No me salgas con esas, mira que tú tienes más experiencia que yo en el sexo gay, yo todo lo aprendí informándome…. Con razón el pobre chico estaba con cara de suplicio sentado en la mesa. Ni siquiera fuiste considerado… por último le habrías puesto un cojín en la silla….

– Ya párale, si no es para tanto…

–¡Cómo que no es para tanto! Si en tu relación eres el activo tienes que ser considerado con Pablo, que sea hombre no significa que no necesite un poco de delicadeza

– Najib, fui lo mas delicado que pude…él fue el…que tu sabes… – se defendió el castaño

– De todas maneras tu debiste haber sabido lo que pasaría, no debiste haberlo dejado seguir. Ahora ¿Qué hará el chico cuando se deprima y no pueda recurrir a beber?

– Dejará de beber, le dije que lo ayudaría con eso

–¿Y cómo lo vas a ayudar a no deprimirse?....¿Vas a ser cuidadoso para que no te vea con tus conquistas y se deprima? – atacó el árabe – Sólo espero que cuando te des cuenta de que estas cometiendo un error no sea demasiado tarde.

– Amigo, no te preocupes, el chico no se ha hecho ilusiones conmigo, el tiene bastante experiencia como para saber que yo no voy en serio con él.

– Bueno, si tu lo dices….

– Ahora cambiemos de tema que necesito que me aclares un punto que no entiendo para el parcial de mañana…

En la sala Pablo se encontraba conversando con Zahra, el no se imaginó que aquella chica le caería tan bien.

–¿Qué tanto te gusta Ricardo? – le preguntó la morena

– Uffff, demasiado para mi seguridad mental – respondió el rubio de forma sincera

– ¿O sea que estás enamorado?

– Lamentablemente sí, pero no me hago ilusiones con respecto a él. Pero trataré de hacer todo lo posible para que él me quiera, incluso dejaré de beber

– Mira, no soy entendida en la materia, pero ¿para eso no necesitas ayuda psiquiátrica?

– Si es necesario asistiré al psiquiatra….

– Si te decides me avisas y yo te acompaño – se ofreció Zahra

– ¿ En serio lo harías?

– Claro, tu me avisas cuando y vamos…..

Ricardo y Najib entraron a la sala y Andro le señaló a su novio el lugar vacío a su lado en el sillón para que se sentara. El árabe pidió silencio a todos para comunicarles algo

– Hermana, amigos….Les voy a dar una noticia…..– todos estaban expectantes –…Andro y yo decidimos vivir juntos….

– Esa es una gran noticia amigo – le habló Max – Te felicito

– Mashallah ajj me has sorprendido, ahora voy a tener que insonorizar las paredes de mi dormitorio…. – dijo Zahra en broma

– Eso no será necesario cuñadita, compraremos una casa así no te despertaremos en medio de la noche… – respondió el rubio.

– Eso de vivir juntos es como casarse ¿estás seguro de dar ese paso amigo? – preguntó Ricardo

– En mi vida jamás había estado tan seguro de algo como ahora – respondió Najib abrazando a su pareja

– Entonces te felicito, sé cuanto amas a Andro – agregó Gidi.

La velada terminó y Najib fue a dejar a su novio a la residencia, Pablo y Ricardo se dirigieron al departamento de este último,

Al día siguiente después de la universidad Andro y Najib se dirigieron al centro comercial donde antes habían ido de compras en busca de los anillos. Cuando entraron en la joyería Benjamín los saludó con júbilo.

– ¿En qué puedo servirte? – le preguntó el vendedor al árabe

– Nos gustaría que nos mostraras argollas de compromiso – respondió inmediatamente el moreno

– Wow, tú si que vas rápido sadiq – dicho esto el judío comenzó a enseñarles los distintos modelos. Ambos chicos se decidieron por unas de oro, las cuales hicieron grabar con la fecha del día y con el nombre de cada uno. El del árabe con el nombre de Andro y el del rubio con el nombre de Najib.

Decidieron beber un café mientras esperaban y se dirigieron a una cafetería. En el trayecto Najib tomó la mano de su novio, entrecruzando los dedos. Este gesto sorprendió a Andro y sin pensarlo detuvo el caminar mirando de frente a su novio. Se puso de puntillas pasándole las manos por el cuello y lo besó sin importarle lo que pensara la gente que pasaba por su lado, solo existían Najib y él. El moreno lo abrazó de la cintura y correspondió el beso…..Eran las 4 de la tarde del primer día de la semana y ellos se besaban en medio de uno de los centros comerciales más concurridos de la ciudad, sin saber que con ese hecho desencadenarían la serié de problemas que se les venía encima.
El sonido de unos aplausos los distrajo y lentamente se separaron, miraron hacia donde estaban aplaudiendo y se dieron cuenta de que estaban frente cerca de la entrada de un salón de belleza y casualmente era Luigi, el garzón de la disco quien les aplaudía junto a algunos estilistas.
El chico de la disco se acercó a ellos

– Bravo, me han dejado extasiado – les confesó – no todos los días vemos demostraciones públicas de amor gay en este país, son muy valientes

– ¿valientes porqué? – le preguntó Najib – no tengo porque estar escondiendo lo que siento por mi pareja como si fuera algo sucio, además yo no vivo de lo que dice la gente– agregó el moreno abrazando a su pareja

– Si todos pensaran como ustedes, este país sería otra cosa, ¿celebran algo importante que andan tan cariñosos?

– Sí – le respondió Andro – Najib y yo viviremos juntos

–¡Ay no!, ¡no puede ser! – exclamó emocionado Luigi llevándose las manos a la cara como toda una reina de belleza – pero eso es como casarse ¡que emoción!, ya quisiera yo que viniera un tipo así como este turco tuyo, bien machote y de buen cuerpo, a pedirme que viviera con él, si te soy sincero no me lo pensaría ¡de inmediato le daría el sí!.

Andro y su novio rieron divertidos

–¡Ay!, dime que tienes algún hermano por ahí, o algún primo, no sé – seguía hablando Luigi – hasta bailaría la danza del vientre si me lo pidiera.

– La verdad es que tengo solo un hermano y es totalmente hetero y mis primos no viven en Chile, pero si llego a conocer a alguien te lo presentaré ¿ok? – le contestó el árabe, para él era imposible ser serio con Luigi, el chico realmente era divertido – íbamos por un café ¿quieres venir con nosotros? – lo invitó

– Me encantaría, pero ando con un amigo ¿puede venir con nosotros?

– Sí claro

.Luigi entró al salón de belleza por su amigo y salieron. El amigo del garzón era un chico de entre 17 y 18 años que vestía uniforme de colegio

– Les presento a Esteban, es un amigo que conocí tratando de entrar a la disco hace dos semanas, es menor de edad y gay aun en el armario, hoy vinimos a hacerle un cambio de look, eso de estudiar en colegio católico le estaba arruinando ese cabello por llevarlo tan engominado – habló Luigi

– Hola Esteban, yo soy Najib – le dio la mano – y él es mi pareja Andro ¿vamos? – invitó.

Entraron en la cafetería y ordenaron, el café que ordenó Najib desprendía un aroma exquisito

– ¿Qué tipo de café pediste? – preguntó el chico mientras miraba casi babeando a Najib

– Esto es un café árabe, afortunadamente en esta cafetería lo preparan

–¿Eres árabe? – seguía preguntando el chico sin dejar de mirarlo –Andro dándose cuenta de esto carraspeó

– Soy chileno, mis padres son árabes, pero mantengo las tradiciones – respondió Najib medio incómodo con la situación.

– ¿Qué tradiciones serían esas? – insistió el estudiante

– La religión, soy musulmán, el idioma… – el chico lo seguía mirando como extasiado– y no me sigas mirando así, cuando te presenté a Andro como mi pareja es porque lo es, así que considérame como si fuera un hombre casado

– Lo siento, disculpa….

– No te preocupes – le dijo Andro – yo tuve la misma reacción cuando lo ví por primera vez, uno no se cansa de mirarlo ¿cierto? , A propósito, en cual de todos los colegios católicos estudias?

– En un colegio Salesiano

– Vaya, debe ser difícil para ti ser gay y aguantarte en medio de tanto compañero

– Uyyy si, menos mal que termino este año

– ¿y después?– volvió a preguntar Andro

– Según como me vaya en la PCU, quiero estudiar kinesiología o algo relacionado con deportes ¿y ustedes que hacen?

– Yo estoy en 5 año de derecho, Najib es abogado pero está haciendo un magíster en derecho económico – respondió el croata

– Wow, o sea que si me meto en problemas ya sé a quien llamar jajajaj – dijo Esteban

– Mientras no mates a nadie puedes contar con nosotros – respondió serio el árabe.

Najib miró el reloj y se dio cuenta que ya era hora de ir por los anillos

– Habib, voy a la joyería, si quieres me esperas acá con los chicos

– Ok amor, no tardes – el árabe se inclinó para besarlo y se fue


Benjamín le sonrió apenas entró en la joyería y le hizo señas para que lo esperara ya que estaba atendiendo un cliente, al cabo de unos minutos estuvo frente al árabe

– Vaya Najib, si que me has sorprendido realmente tu novio es guapo, tienes que cuidarlo bien, imagínate que yo que soy hetero lo encuentro guapo, los gays lo harán el doble

– Lo sé amigo, aproveché que Andro está con unos amigos tomando un café para venir por los anillos.¿recuerdas la medida de Andro?

– Sí ¿Por qué?

– Quiero encargarte un par de alianzas de matrimonio

– ¿Y eso porqué?

– Quiero las alianzas cuando nos instalemos en la casa donde viviremos juntos

– ¿Tan enamorado estás sadiq? – preguntó Benjamín

– Así es amigo y me gustaría un modelo bonito

– Ok, aquí tienes el catálogo.

Najib lo miró y se decidió por unas alianzas de platino con oro con un pequeño labrado entre las franjas de metal dorado

– ¿Te gustaría algún grabado especial?

– Sí, en el mío quiero que diga Maktoob y el nombre de mi novio y por supuesto en el de él la misma palabra con mi nombre.

– Me habían dicho que los árabes eran románticos, pero tú superaste las expectativas

– Vendré la próxima semana por ellas

– Está bien amigos, las tendré a tiempo y te deseo que seas feliz y a la vez te alabo la valentía que haz tenido para enfrentar todo esto, me imagino que fue difícil así que me alegro por tu felicidad.

– Gracias amigo, nos vemos la próxima semana entonces

– Allah ma´ak sadiq – le habló Benjamín

– Wa Allah ma´ak , ma´assalamah – respondió Najib.

El árabe salió de la joyería en busca de su novio y lo encontró riendo a carcajadas con las anécdotas de Luigi, se sentó y ordenó otro café

– ¿Cómo te fue amor?

– Bien Malaki , pero me tomo este café y nos vamos, tengo que pasar por la tintorería por mis trajes recuerda que mañana viajamos

– ¿A donde se van? – preguntó Luigi

– Vamos a trabajar y a conocer a mis suegros

– Wow, realmente eres bien formal para tus cosas

– Me gusta hacer las cosas bien – se justificó el moreno

– Bueno amor, si terminaste es mejor que nos vayamos, también quiero empacar

– Como tu desees Habib,

Ambos se levantaron

– Nosotros también nos vamos, ¿Van al estacionamiento? – preguntó Luigi – nosotros también vamos hacia allá

Los 4 jóvenes se dirigieron al parqueadero y al llegar junto al BMW de Najib, Esteban abrió los ojos sorprendido.
Andro se despidió y su novio lo imitó, subieron al auto y se dirigieron a retirar los trajes del árabe. Después de una hora ambos entraban en el departamento del árabe.

– ¿Quieres comer algo habib? – preguntó Najib

– Con un sándwich estaré bien amor – le contestó Andro, se sentía un poco nervioso ya que su novio estaba un poco extraño

– Te prepararé algo

– Mejor lo hago yo, déjame atenderte ¿ok?

– Como tu quieras hobbi, yo pondré la mesa – accedió el árabe

El rubio preparó un par de Barros Luco (Sándwich de carne con queso derretido), mientras su novio preparó la mesa. Comieron y luego de limpiar Najib se dirigió al reproductor de música y colocó un CD de Sin Bandera.

– Una vez me dijiste que te gustaría plasmar todos nuestros momentos importantes con alguna canción que nos llegara – habló el árabe – espero que la que escuchemos en este momento te llegue ya que es la única que encontré que pudiera expresar lo que quiero decirte en este momento

En este viaje que cada mañana
Lleno de sueños comienzo en la cama
Soy un turista que a veces no entiende
El raro idioma en que me habla la gente

Tantas aduanas entre unos y otros
Tantas fronteras volviéndonos locos
Hay tantos muros entre las miradas
Que aunque nos vemos nunca vemos nada

He visto ruinas de sueños caídos
Mares de fe en desiertos de olvido
Y cuando más me encontraba perdido
Un mapa de mi, me entregaste tu

Continuemos el viaje los dos
Mismo cielo, misma habitación
Ya no voy a buscar eres tú el lugar que soñé
De viaje te amaré

Perdí mi tren por quedarme dormido
En el hotel de creerme vencido
Corrí las calles del valor perdido
Pensé que el viaje no tenía sentido

He visto ruinas de sueños caídos
Mares de fe en desiertos y olvidos
Y cuando más me encontraba perdido
Un mapa de mí, me entregaste tú

Continuemos el viaje los dos
Mismo cielo, misma habitación
Ya no voy a buscar eres tu el lugar que soñé
De viaje te amaré

Najib, se acercó a su novio y sacando la cajita de la joyería, la abrió y sacando el anillo de Andro se lo puso en el anular de la mano izquierda. El rubio repitió el gesto con el árabe.

– Desde hoy nada nos separará habib, ana lakile deiman, soy tuyo por toda la eternidad– le dijo Najib

– wa ana aydhan (y yo también) – respondió Andro sorprendiendo a su novio

–¿ Y eso, quien te lo enseñó?

– Zahra me enseñó esta palabra, dice que me sirve para responder tus palabras de amor

– Tu pronunciación es buenísima, realmente me sorprendiste hobbi

– Me alegra que te haya gustado – respondió el rubio abrazándolo

– Cambiando de tema, Me gustaría que te mudaras para acá mientras buscamos la casa, aunque todavía no entiendo porque no quieres un departamento

– Porque quiero un perro grande y sí me gustaría mudarme acá mientras buscamos casa

– Entonces cuando volvamos del sur te ayudaré en el traslado de tus cosas. Ahora te llevaré a tu residencia para que descanses y prepares el equipaje, nos esperan 2 días bastante ajetreados.

– Está bien amor, como tú quieras.

Ambos chicos salieron del departamento rumbo a la residencial de Andro, una vez que llegaron el árabe salió del auto, y dio un rodeo para abrirle la puerta a su novio. El rubio ya había aceptado la faceta caballerosa y protectora de Najib. Se despidieron con un beso y quedaron con que el árabe pasaría por el para ir al aeropuerto.



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Cuando despertaron esa mañana, Ricardo decidió irse en Taxi a la universidad para que no lo vieran llegar junto a Pablo. Si el rubio se sintió mal por esto, no lo demostró.
En la hora del almuerzo cuando Zalaquet ingresó a la cafetería las voces se interrumpieron y se convirtieron en murmullos. Todos los asistentes esperaban expectantes la confirmación del supuesto romance entre el rubio y Gidi.
Zahra levantó la mano haciéndole señales a Pablo para que se acercara a la mesa, éste aceptó y se sentó en la mesa quedando frente a Ricardo al cual saludó de forma casual.
El castaño molesto por la poca atención que recibió de parte del rubio se levantó y se sentó en la silla que estaba al lado de Pablo y acercándosele al oído le dijo.

– Se supone que tenemos que parecer una pareja para que Blümell no te moleste

– Por la forma de irte esta mañana de mi departamento, pensé que no querías que se supiera esto – se justificó el rubio – Además tu y yo no tenemos nada formal Ricardo, sólo nos acostamos, nada más – le recordó Pablo, el no quería obligar a su amante a estar con él.

– Eso lo sé, no tienes que recordármelo – respondió Ricardo cada vez más molesto – Ah ya sé, ya tienes en vista otra víctima y no quieres que se entere que te acostaste conmigo…

– Déjame recordarte que el que no quiso llegar esta mañana conmigo fuiste tú….creo que almorzaré en mi departamento o aquí me indigestaré…….. Zahra, más tarde te llamo ahora para lo que acordamos ayer.

La morena, nerviosa por el intercambio de palabras que los chicos tuvieron, solamente asintió. Pablo se levantó y se fue dejando a sus ahora amigos en un silencio sepulcral.

–¿Qué fue eso Ricardo? No conocía esa faceta tuya – le increpó Max

– Cosas mías – respondió el castaño cortante

– No juegues con él – le dijo Zahra, haciéndole este tipo de escenas conseguirás lo que él no quiere.

– ¿Así?, ¿y que es lo que Pablo no quiere? Explícamelo para entenderlo

– El no quiere ilusionarse en vano, si sigues tratándolo de esa forma terminará creyendo que en verdad quieres algo serio con él….

– Ustedes no entienden – Ricardo se levantó, fue a la caja para cancelar su almuerzo y salió de la cafetería rumbo a la salida de la universidad. Disimuladamente miró hacia el estacionamiento para ver si aún estaba el auto de su amante; Sin darse cuenta Nadia se le acercó por detrás y lo sorprendió diciéndole

– Si buscas a mi hermano, se fue hace poco ¡ah! creo que te gustaría saber que Eduardo lo seguía, el pobre iba con la esperanza de una posible reconciliación y por la cara que tenía Pablo al salir creo que aceptará un hombro para llorar

– Ve a molestar a otro….

– Dime,¿ya cocinó para ti? – El castaño la miró – Veo que sí, ahhhh entonces realmente se volvió a enamorar, lástima que un tipo como tú no le convenga

– ¿Qué quieres decir con eso?

La rubia se fue acercando lentamente

– Porque estoy segura que tú no lo quieres, es más, me atrevería a decir que solo lo estás utilizando. Pero allá el, él sólo se está buscando que le rompan el corazón de nuevo teniendo a muchos que sueñan en pasar aunque sea una noche en su cama,¿Sabías que mi papá le regaló ese departamento para que viviera su homosexualidad sin exhibirse por ahí? Y el muy tonto no llevaba a nadie a ahí, aunque contigo rompió esa regla

– ¿No creerás que me voy a creer eso?

– Créelo, yo jamás mentiría sobre algo así – la rubia miró su reloj – Es mejor que te apures, no sea que Eduardo esté ganando terreno con Pablo y tu noviazgo con él no alcance a durar la semana. Bye – y coquetamente la rubia lo dejó pensando las últimas palabras que aun no lograba asimilar.

Cuando por fin reaccionó, se dirigió a la salida e hizo parar un taxi, rápidamente le dio la dirección del departamento de Pablo. Una vez que llegó observó si estaba el BMW de Blümell y lo vio estacionado casi al final de la calle.
Subió al ascensor, nervioso, no quería imaginarse al rubio en brazos de su ex, pero a la vez si quería sorprenderlo en esa situación para cortar con esa relación que no los llevaría a ningún lado.
Tocó el timbre varias veces y el rubio no abría, su ansiedad se acrecentó hasta que despegó el dedo del artefacto eléctrico y comenzó a golpear fuertemente la puerta.
De repente la puerta se abrió, Pablo estaba con el pelo húmedo, camiseta y pantalón deportivo.

– ¿Qué haces aquí? – preguntó el rubio sorprendido de que Ricardo estuviera en la puerta de su departamento.

– ¿Sorprendido? – respondió el castaño – ¿no me dejarás entrar?

– Claro, pasa – le dijo el ojiazul . Ricardo entró mirando hacia todos lados

–¿Dónde está?

–¿Donde está quien? – preguntó Pablo sin entender

– Donde tienes escondido a Blümell

– ¿De donde sacas eso?

– El auto de ese mal nacido está allá abajo, ¿ahora me vas a decir que no estuvo aquí contigo?

– ¡Pues aquí no ha estado! – respondió alterado – si quieres revisa, entra a todos los cuartos para que te des por satisfecho.

– ¿Y porqué demoraste tanto en abrirme la puerta?

– Porque estaba en la ducha y además tuve que hacerme esa maldita curación ¿contento?

Se produjo un breve silencio el cual fue interrumpido por un pitido y el moreno a la cocina en cuyo fondo había otra puerta que daba a un pequeño lavadero. Ricardo lo observó abrir la lavadora y sacar la ropa para meterla en la secadora

– ¿Deseas tomar algo? – preguntó el rubio

– Coca cola – fue la breve respuesta que recibió

Pablo abrió el refrigerador y sacó 2 latas entregándole una a su acompañante

– ¿Tanto desconfías de mi? – interrogó el rubio

– Perdona, no puedo evitarlo

– No entiendo como se te ocurre pensar que después de haberte confesado todo lo que pasé y a la vez permitirte que me tomaras, yo vaya en busca de aventuras.

– Siento haberte ofendido, pero tu hermana me dijo….

– Ella puede decir muchas cosas Ricardo, porque se cree que todo lo sabe, no hagas caso a nada de lo que te diga….

–¿Y como se que lo que dice no es verdad?

Pablo repentinamente caminó hacia la mesita del teléfono, abrió un cajón y sacó unas llaves y se acercó a Ricardo

– Toma, son las llaves del departamento, puedes entrar sin necesidad de tocar el timbre

El castaño quedó mirando las llaves en su mano y pensó que las cosas estaban escapando de su control, el rubio estaba poniendo en sus manos su libertad sin pedirle nada a cambio.

– No quiero que te sientas comprometido conmigo por haberte dado acceso libre a mi departamento, considéralo como una ventaja que tienes por ser mi “amigo con derecho a roce”– agregó Pablo

– ¿Estás seguro de esto?

– Sí, además esto te evitará la espera en el pasillo mientras me baño – le dijo sonriendo el rubio.

La secadora paró y Pablo sacó la ropa, luego se dirigió a otro cuarto que Ricardo supuso era el del planchado. Entre las prendas se encontraban las mudas que había dejado Gidi aquella mañana

– Pensé que enviabas a lavar la ropa – comentó Gidi

–¿Para qué? Sé valerme por mi mismo, además la tecnología facilita las labores domésticas como el lavado, ¿te gusta con o sin raya superior la camisa?

– ¿Qué?

– Que si te gusta que quede la raya superior de los hombros en la camisa

– Como sea – respondió sin creer la escena doméstica que estaba compartiendo con el rubio. – Será mejor que me vaya…

– Por mi no te preocupes, yo tengo muchas cosas que hacer – le dijo Pablo

– Que harás mañana, no hay clases hasta el viernes ya que uno de los profesores está con licencia médica

– Mañana voy a salir con Zahra

– Veo que congeniaron – dijo el castaño mordaz

– Así es, te acompaño a la puerta

– No es necesario…. – Pablo lo acompañó y en la puerta el castaño lo abrazó – quiero que tengas bien en claro algo…. El hecho de yo tener acceso libre a tu departamento no me convierte tu novio o algo así

– No te he exigido nada, espero que eso tu también lo tengas claro…

Ricardo lo besó y salió del departamento. Una vez en la salida, miró hacia donde estaba el auto de Blümell estacionado, se acercó a él y aprovechando que éste tenía la capota abajo le dijo

– Espero que no pierdas el tiempo al esperar a mi novio

– ¿Preocupado Gidi?

– No tengo de qué

– Puedes deberías, verás que pronto Pablo volverá a gemir entre mis brazos

– En tus sueños Blümell, mi novio está bastante satisfecho conmigo, no tiene necesidad de mirar hacia al lado. Así que por favor te digo… deja de molestarlo porque él ya tiene dueño y ese soy yo

– No me hagas reir, no tienes todo lo que se necesita para ser dueño de Pablo, no mientras yo todavía esté entre sus recuerdos….

El ojiazul encendió el auto y se marchó , Ricardo se sentía cada vez más posesivo con Pablo, y no sabía por que ya que no habían sentimientos de por medio ¿o sí?


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Ibrahim Duk Yarur, empresario de origen Sirio, socio comercial de Yamil Hashem en diversos negocios que tenían en común, No podía creer lo que sus ojos estaban mirando.
El hijo mayor de su amigo estaba en pleno centro comercial besándose con una chica rubia. Le extrañó que la chica llevara el pelo corto y usara ropa poco femenina, claro que vestía bien y por lo que se veía tenía un hermoso trasero, ya que la chica lo estaba exhibiendo mientras tenía los brazos en el cuello de Najib.
Decidió no interrumpirlo y siguió su camino ya que se encaminaba a una perfumería con la amante de turno que tenía… A ella se le había antojado comprar los últimos perfumes que habían salido al mercado y el como buen amante, acostumbraba a pagar los caprichos de quienes calentaban su cama.

– Mañana llamaré a Yamil para que me dé la dirección de su hijo, el chico debe tener un montón de chicas para presentarme (pensó)

Cuando reaccionó se dio cuenta de que el hijo de su amigo y su pareja ya habían desaparecido de su vista.





1 comentario:

  1. *O*, CHICA, REALMENTE EN VEZ DE CALMAR MI ANSIEDAD, ME HAS DADO MÁS!!! ME ALEGRÓ EL TENER DE JALÓN TANTOS CAPS POR LEER, YA QUE HACÍA MUCHO QUE NO ACTUALIZABAS (AHORA VEO POR QUÉ), PERO LO HAS DEJADO EN LA MEJOR PARTE!!! ESPERARÉ CON ANSIAS QUE VUELVAS A SUBIR ALGÚN CAP. BESOS.

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